El 3 de junio fue un día de doble celebración para Rafa Nadal, pues cumplía 28 primaveras y, además, conseguía vencer ante Lajovic, lo que le dio el pase a cuartos final del Roland Garros. Los principales testigos de este día tan señalado fueron sus padres y su novia, quienes se desplazaron hasta París para estar junto al mallorquín. Fueron sus talismanes porque al día siguiente volvía a ganar y pasaba a semifinales.