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El amor puede con todo, incluso con las ideas políticas… Y si no, que se lo digan a Leonor (Natalia Rodríguez) y Miguel (Alejandro Albarracín), la pareja de Amar es para siempre que, tras superar toda clase de obstáculos, contrae matrimonio el martes 23. “Será una boda accidentada, pero con final feliz”, adelantan los protagonistas.
La hija de Manolita (Itziar Miranda) y Marcelino (Manu Baqueiro) está embarazada y convencida de sus sentimientos hacia Ayala. “Siempre ha estado enamorada, incluso sacrificó su carrera en La Sorbona por él –explica Natalia–. Pero quiere mantener su independencia”. Alejandro asiente: “Es una chica de armas tomar y le ha costado mucho decidirse porque, como feminista y comunista, lo de casarse no le encajaba demasido…”.
Al enlace acudirán los vecinos de la plaza de Los Frutos, y Pelayo (Jose Antonio Sayagués), su abuelo, será su gran apoyo: “Leonor se casa gracias a él; es quien le ha hecho entender que querer a alguien y no coincidir políticamente no es incompatible”. Miguel no es franquista, pero sí un hombre conservador: “Su mujer es más valiente y por eso discuten”.
¿Cómo fue la grabación? “Caótica con tantos actores, figurantes y en exteriores. Fue como una boda gitana porque no tenía fin… Pasamos cinco días metidos en faena”, recuerda Rodríguez. “¡Estuvo genial! –añade Alejandro–. Íbamos todos guapísimos, sobre todo Natalia. Además, voy con pajarita, que es muy moderno para la época. Debe notarse que Miguel ha vivido en Londres”.
“En la España de 1964 se vestía diferente a cómo se hacía en el extranjero… –explica Miguel Ángel Milán, jefe de vestuario–. Por eso me gusta la ficción de época. Alquilamos algunas prendas en Confecciones Peris y otras las compramos en París y Londres; incluso miramos en eBay y en tiendas de segunda mano”.
El escenario fue una pequeña iglesia, en una finca cercana a El Escorial, Madrid, “en diciembre y con un frío horrible”. Hubo lágrimas, risas y mucha conexión. “Fue mágico, nos olvidamos de todo y creo que la escena llegará al corazón de los espectadores”, dice él. “Alejandro es mi amigo y confidente, y eso hace que todo sea sencillo. Le llamo ‘my husband’”, añade su compañera.
En Amar… hay personajes que solo duran una tanda y ellos se van de luna de miel a Barcelona… ¿Volverán? “Ya veremos qué pasa…”. Si no regresan, quieren cambiar la telenovela por el teatro: “Nos encanta, ya tenemos ganas de representar una obra nueva”.
Y es que no paran. Natalia está grabando la segunda temporada de Yo quisiera, serie juvenil de Divinity, y Alejandro ha rodado el corto Abuelo y tiene pendiente de estreno el telefilme Diamantino para Canal Sur.
Marisol inspiró el vestido de la novia
El figurinista Miguel Ángel Milán se inspiró en el enlace
de Marisol con Carlos Goyanes en 1969: “El vestido, uno que teníamos sin estrenar de principios de la década, constaba de dos piezas y era sencillo. El tejido, otomán de seda con un aplique de encaje hasta abajo. Completamos el look con unas margaritas, también para el pelo, con el típico moño abultado”.
Un momento de la grabación en una iglesia de El Escorial.
Leonor entra en la iglesia del brazo de Marcelino, su padre.
Los novios reciben los tradicionales puñados de arroz a la salida de la iglesia.
Víctor (Juanjo Artero) y Loli (Ana Polvorosa), en la iglesia.
Foto de familia del enlace en la puerta de la iglesia.
Otra foto de los novios saliendo, ya como marido y mujer.
Manolita (Itzíar Miranda) y Miguel (Alejandro Albarracín) esperan a Leonor en el altar.
Los novios reciben las felicitaciones de amigos y familiares. En la foto, con María (Lucía Martín) y Ángel (Víctor Sevilla).
María y Ángel antes de la ceremonia.
Uno de los momentos más emocionantes del capítulo: Leonor da el ‘sí, quiero’ a Miguel.
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