Culpables
Agustín de la Torre se está muriendo y Leocadia vuelve nada más enterarse. Lo hace acompañada de Charles, lo que motiva el rechazo de Beatriz que, además, culpa a su madre de lo sucedido. Mercedes también se acerca a casa de los De la Torre. Compungida, se ofrece para lo que haga falta y le comunica a Fernando que ha iniciado los trámites para su nulidad matrimonial.
Fernando pide a Alejandra que le acompañe a la misa por el restablecimiento de Agustín. Quiere dejar claro ante todos que, para él, ella es su mujer. Mercedes, humillada por la presencia de Alejandra en la misa, le confesará la verdad: que ella contrató al sicario que trató de matarla.
Palabras contra pistolas
La creciente tensión en la que está sumido el país sufre un nuevo golpe con el asesinato de Calvo Sotelo. Fernando, incapaz de quedarse de brazos cruzados ante el inminente desastre, escribe un artículo a favor de la concordia y la razón. Ese acto pacífico colocará a Fernando en una situación de peligro que le obligará a buscar refugio en la finca de los Osuna. Allí se encontrará con que Alejandra tiene algo que contarle.
Mientras tanto falangistas, militares, republicanos y anarquistas se posicionan para el inevitable enfrentamiento. Cada uno mostrará sus cartas en la partida que conducirá al país a una guerra tan absurda como inevitable. Un estallido violento que afectará, de forma directa, a la familia De la Torre.