Se metió de cabeza en la serie, según confiesa Javier Rey, “por lo emocional, porque soy gallego y significaba volver a casa después de mucho tiempo”. También por el personaje, Pedro, el hermano que regresa convertido al Islam y planea vengarse de todo lo que huela a cristiano.
¡El público te va a odiar!
Sí, pero entenderá que Pedro sobre todo es una víctima de las decisiones de otros en su secuestro, su educación y la misión que le encomiendan. Es un personaje oscuro, complejo y divertido de hacer.
Y famélico. ¿Cómo lo lograste?
Con una dieta estricta. Fue un proceso duro y rápido hasta que perdí casi seis kilos.
¿Tendrás secuencias de acción?
Claro, las primeras fueron difíciles por la delgadez. En una de ellas, con un traje de 14 kilos, incluso me mareé.