Hace unos años era impensable comerlas, pero poco a poco, las algas están ganando terreno en nuestra alimentación, ya que son ricas y tienen muchos beneficios para nuestro organismo. De hecho, los expertos aseguran que las algas contienen entre 10 y 20 veces más minerales que las verduras.
En el campo de la belleza, las algas, en general, son unas grandes aliadas. Tienen un gran poder antioxidante, estimulan la producción de colágeno y aceleran la regeneración de la celular de la piel y la producción de elastina. Todo esto hace que tu piel esté más tersa y que retrase el paso del tiempo, mejorando las manchas y evitando la aparición de arrugas.
Hay gran variedad de algas pero en esta ocasión, vamos a centrarnos en las del tipo wakame.
Las algas wakame aportan muy pocas calorías y, sin embargo, tienen un alto contenido en calcio, yodo, vitaminas del grupo B y ácido fólico. Además, como el wakame concentra tantos nutrientes es perfecta para las dietas veganas, ya que aportan la cantidad de hierro y calcio que no ingieren las personas que renuncian a la carne.
El wakame tiene un sabor suave y su textura carnosa. Es un alimento que forma parte de la tradición culinaria japonesa siendo un elemento fundamental en uno de sus platos más conocidos: la sopa de miso. Las puedes encontrar en más tiendas cada vez, tanto frescas como secas.
Una de las grandes ventajas de este tipo de alga es que son son muy saciantes. Así que, las puedes incorporar fácilmente a tus ensaladas o incluso en el arroz y en la pasta.
