Si estás pensando en pasarte al autoconsumo, los paneles solares son la mejor opción para convertirte en un consumidor mucho más responsable con el entorno. Normalmente, cuando hablamos de placas solares, nos centramos en lo que te puedes ahorrar en tu factura de la luz –hasta un 70%–, pero en esta ocasión queremos destacar todos los beneficios medioambientales que se consiguen. Desde Naturgy, nos cuentan cómo ayudamos a combatir el cambio climático con esta fuente solar.

  • RESPETUOSA. Al contrario que otras fuentes de energía, la solar no emite gases de efecto invernadero de forma directa o indirecta, con lo cual no contribuye al calentamiento global. Tampoco emite sustancias tóxicas ni contaminantes, así que no perjudica al medioambiente ni al ser humano de ninguna forma posible.
  • FUENTE DE ENERGÍA INAGOTABLE Y RENOVABLE. El desarrollo de esta energía no tiene un impacto negativo en las nuevas generaciones. Por otro lado, a diferencia de las fuentes tradicionales como el gas, el petróleo, el carbón o la energía nuclear, que son recursos limitados, la energía solar no se agota y está disponible en todos los lugares del mundo.
  • PANELES SILENCIOSOS. Uno de los problemas que conllevan los generadores de energía eléctrica tradicional es la contaminación acústica. La energía solar, sin embargo, no hace ningún tipo de ruido, lo que es un punto a favor para el bienestar de sus usuarios.
  • RIQUEZA Y EMPLEO LOCAL. La energía solar no necesita ser importada de ningún otro país. Además, la instalación de placas solares genera empleo local. Todo ello implica que la producción de electricidad fotovoltaica y su uso eficiente empuja al desarrollo sostenible.
  • BAJA NECESIDAD DE MANTENIMIENTO. Únicamente debe mantenerse limpia la superficie de los paneles para que las células de silicio puedan captar la máxima radiación posible. Para ello, solo será necesario una esponja y un poco de lavavajillas. Si están en el tejado, mejor confiar en profesionales para que limpien las placas.
  • NO DESTRUYE ECOSISTEMAS. Si hay menor demanda de la energía eléctrica convencional, se reduce la construcción de refinerías o plantas nucleares; por lo que se evitaría la tala de árboles y destrucción de ecosistemas. Asimismo, otro beneficio de la energía solar, es que también disminuye la contaminación del agua, asociada a la obtención de combustibles fósiles

¿SABÍAS QUE…? Nuestro planeta recibe 120 mil teravatios de radiación proveniente del sol. Esto es 20 mil veces más de la energía necesaria para el mundo entero. Se estima que el Sol seguirá produciendo energía durante un mínimo de 5.000 años más.

¿Ahorraré realmente en mi factura?

balanza con casa y cerdito
Wong Yu Liang//Getty Images

Es normal que cuando te planteas instalar placas solares en tu hogar, surjan un montón de dudas. En Naturgy te las resuelven todas, y además en su página web encontrarás una calculadora que te realiza una simulación solar en tan solo un minuto. Así sabrás cuánto podrás ahorrar en tu factura de la luz, elegir la solución que mejor se adapta a tus necesidades y obtener un presupuesto orientativo.

dos obreros instalan placas solares en una casa
July Alcantara//Getty Images

Paneles solares y vida útil

La mayoría de las placas están diseñadas para durar décadas (incluso superar los 30 años de vida últil) y pueden seguir produciendo energía después de que expire la garantía del fabricante. Sin embargo, según explican desde Naturgy, es importante tener en cuenta que esta vida útil puede verse afectada por factores como el clima, la calidad del aire, la inclinación y orientación del panel, el mantenimiento y la calidad del equipo utilizado en la instalación.

Headshot of María Larrocha

María Larrocha es experta en cine, música, libros y temas relacionados con ecología y sostenibilidad. Y sobre todo, redactora de noticias del corazón, mundo en el que lleva con mucho orgullo desde 2004. ¿Quién no se relaja leyendo el día a día de nuestros famosos? Ahora disfruta escribiendo sobre las ‘celebrities’ en Diez Minutos, donde también te cuenta los planes que no te puedes perder o cómo poner nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor.   

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, empezó en la sección de Cultura de La Razón, para después trabajar en la radio, recalar como correctora en El Mundo durante unos meses y marcharse un año a Inglaterra para perfeccionar el inglés. De vuelta a Madrid aterrizó en la revista Qué me dices!, dónde aprendió que se puede hacer periodismo sin perder el sentido del humor.