A veces uno siente que necesita desconectar de todo. Por eso, hacer una escapada rural, aunque sea por un par de días, te ayuda a olvidarte del estrés y a tomarte un respiro. Estar en la naturaleza te cambia el chip. Puedes salir a caminar, ver el atardecer, o simplemente no hacer nada y disfrutar del silencio. Además, estas escapadas te hacen valorar lo simple: una charla sin prisa, una comida casera, dormir bien por la noche…A veces, lo único que necesitamos para sentirnos mejor es alejarnos un rato del ruido. Toma nota de estos destinos tan apetecibles.
Llanes (Asturias)
Este pueblo es una delicia: combina mar y montaña, y cuenta con un casco antiguo lleno de callejuelas empedradas y casonas con Historia. No te pierdas el puerto, con sidrerías que harán que te sientas como en casa. A pocos minutos hay playas salvajes como Torimbia o Gulpiyuri. El paseo de San Pedro, con su pradera sobre los acantilados, ofrece una de las mejores vistas del Cantábrico.
Pampaneira (Granada)
Este pueblo de las Alpujarras se asienta en la vertiente sur de Sierra Nevada, dentro del impresionante Barranco de Poqueira. No te pierdas sus preciosas tiendas que ofrecen jarapas, quesos de cabra, mermeladas caseras y chocolate artesanal. Es un lugar ideal para respirar naturaleza, y además los veranos son frescos.
Begur (Girona)
Sus calas resguardadas entre pinos forman paisajes de postal. Descubre las playas de Sa Tuna y Fornells, de aguas turquesas y fondos marinos ideales para hacer snorkel. El centro del pueblo conserva preciosas casas indianas y merece la pena contemplar las vistas desde su castillo.
Frigiliana (Málaga)
Este pueblo malagueño se encuentra situado en las montañas de la Axarquía. Sus calles empedradas y llenas de flores te invitan a perderte en una localidad perfecta para descansar y disfrutar del sol. Descubre el barrio morisco, el Barribarto, con casas encaladas decoradas con buganvillas. Desde sus miradores se divisa el parque natural de las Sierras de Almijara.
Albarracín (Teruel)
Parece sacado de un libro de leyendas, con sus casas de color rojizo. La muralla árabe del siglo X, con sus torres defensivas, sube hasta lo alto del cerro ofreciendo vistas espectaculares del río Guadalaviar. En los alrededores, los Pinares de Rodeno ofrecen rutas muy interesantes.
Jávea (Alicante)
Su cala Granadella, con aguas cristalinas entre acantilados, está considerada una de las mejores de España. Jávea también es conocida por su microclima, con más de 300 días de sol al año. Es un destino súper versátil que mezcla mar, naturaleza y patrimonio.
Covadonga (Asturias)
Su santuario está encajado en un paraje sobrecogedor, con la Santa Cueva colgando sobre una cascada. La Basílica, de estilo neorromántico, en piedra rosada, domina el entorno desde una colina. Subir a los Lagos Enol y Ercina es una experiencia inolvidable (hay que reservar cita). Si vas en familia, te recomendamos el Camín Encatáu.
Otra buena idea. Si quieres tomar otra buena decisión te recomendamos que elijas O2. Esta compañía de Fibra y Móvil siempre pone a los clientes primero ya que, si mejoran las tarifas, son ellos los primeros en disfrutarlo. Además, cuentan con la mayor red de fibra y la ultravelocidad del 5G+, no tienen permanencia y no hay sorpresas en la factura, entre otras ventajas. Sin duda, tendrás la satisfacción de haber elegido bien.
María Larrocha es experta en cine, música, libros y temas relacionados con ecología y sostenibilidad. Y sobre todo, redactora de noticias del corazón, mundo en el que lleva con mucho orgullo desde 2004. ¿Quién no se relaja leyendo el día a día de nuestros famosos? Ahora disfruta escribiendo sobre las ‘celebrities’ en Diez Minutos, donde también te cuenta los planes que no te puedes perder o cómo poner nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor.
Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, empezó en la sección de Cultura de La Razón, para después trabajar en la radio, recalar como correctora en El Mundo durante unos meses y marcharse un año a Inglaterra para perfeccionar el inglés. De vuelta a Madrid aterrizó en la revista Qué me dices!, dónde aprendió que se puede hacer periodismo sin perder el sentido del humor.