Diez escapadas 100% románticas

El curso del río Duero a su paso por tierras burgalesas ofrece muchos lugares donde disfrutar del enoturismo en pareja. Aunque la bella localidad de Aranda de Duero os sirva como base de operaciones, acercaros a Moradillo de Roa, conocido como el pueblo de las bodegas. Muchas de ellas están bajo tierra, galerías subterráneas que os fascinarán. Al igual que sus lagares, algunos tan antiguos que aún conservan barricas del S.XVIII. Si buscáis una experiencia diferente, animaros a hacer una ruta en bici entre viñedos, como la que ofrece la Finca Villacreces con cata de vinos, visita a la bodega Arzuaga, cena romántica y alojamiento con spa incluidos.

Más información: www.rutadelvinoriberadelduero....

¿Qué te parece que tu pareja y tú os sintáis por un fin de semana los dueños y señores de un majestuoso castillo? Una experiencia así viviréis si os alojáis en la Posada Real Castillo del Buen Amor, a medio camino entre las ciudades de Salamanca y Zamora. Dormir dentro de una auténtica fortaleza medieval como es el castillo de Villanueva de Cañedo, cuyo origen se remonta al S. XI, ya es de por sí especial, pero si apostáis por el paquete romántico, la noche será no sólo inolvidable, sino de lo más sensual. Tendréis a vuestra disposición una de las habitaciones deluxe donde os espera todo lo necesario para mimaros el uno al otro, desde una botella de cava, pasando por velas, pétalos de rosa, aceite de masajes, una pluma, un antifaz y hasta un dado erótico.

Más info: www.buenamor.net

¿Puede haber algo más romántico que dormir abrazado a tu pareja con el cielo estrellado como único techo sobre vuestras cabezas? Si alguna vez habéis soñado con esto, hacedlo ya realidad en el hotel Aire de Bárdenas. Su ubicación, junto al desierto de Las Bárdenas Reales, y el estar rodeado tan sólo de un campo de trigo de la campiña navarra hace que la contaminación lumínica sea muy escasa, por lo que contemplar las estrellas es muy sencillo.

Este peculiar alojamiento ofrece distintas opciones para pernoctar, aunque, sin duda, la más especial son las burbujas en las que nada se interpondrá entre vuestras cabezas y el manto de estrellas gracias a la cúpula transparente que las recubre. Pero si el espectáculo nocturno está garantizado, la puesta de sol y el amanecer os brindarán otros momentos únicos durante los que conectar con la naturaleza y disfrutar de la paz y el silencio.

Para completar la escapada, podéis añadir alguna de las experiencias que ofertan como un masaje, una cata de aceites o un paseo en segway por el paraje lunar de Las Bárdenas Reales. Además, bajo petición, os pueden preparar una romántica sorpresa en la habitación.

Más info: www.airebardenas.com

La ciudad andalusí destila magia por todos sus rincones, pero hay uno que se lleva la palma al más romántico. Ése es, sin duda, el famoso mirador de San Nicolás, en pleno barrio del Albaicín, desde el que contemplar la Alhambra y el Generalife escoltados por las montañas de Sierra Nevada. Abajo os espera otro barrio con mucha personalidad, el del Realejo. Os proponemos recorrer ambos lugares de la mano de un fotógrafo profesional que os guiará por este paseo y captará vuestros besos para que tengáis un recuerdo imborrable.

Más info: www.paseosromanticos.com

Animaros a practicar deporte juntos porque es un buen modo de uniros aún más. Si además os decidís por la hípica y por un entorno tan bonito como Menorca, la combinación es perfecta. Camí des Cavalls es un sendero histórico, con origen defensivo, que da la vuelta completa a esta isla balear y que se puede recorrer tanto a caballo, como a pie o en bici. Aunque sin duda, hacerlo con tu pareja a lomos de un equino es aún más especial. Podréis elegir entre uno de los 20 itinerarios comprendidos en esta gran ruta de 185 kilómetros que atraviesa pinares y roquedos, sortea acantilados, tropieza con faros y trincheras, pasa por playas y calas e incluso se acerca a construcciones megalíticas con miles de años a sus espaldas.

Más info: www.menorca.es

Tras la Selva Negra alemana, éste es el bosque de hayas y abetos más grande de Europa. Custodiada por los valles de Aezkoa y Salazar, rodeada de montañas y salpicada con verdes pastizales, la Selva de Irati, en Navarra, se llena de magia durante el otoño. Es entonces cuando los árboles cambian de color y sus hojas forman una mullida alfombra en el suelo. Os proponemos sumergiros juntos en esta orgía de naturaleza caduca y respirar la tranquilidad del lugar. Eso sí, no os sorprendáis si de repente aparece un gnomo junto al río o una pequeña hada en el camino. Bucear en la amplia red de rutas para elegir la que más os interese. Una buena propuesta, por ejemplo, es recorrer el sendero interpretativo Erreka-Idorra. Antes de entrar, acercaros al centro de interpretación de la cercana localidad de Ochagavía.

Más info: www.irati.org

Escaparse en otoño a esta isla canaria es la mejor terapia anti rutina que podéis encontrar, una deliciosa pausa de sol y buen tiempo en la perla negra de las Canarias. Pero si queréis exprimir al máximo esa pausa, os proponemos alojaros en el hotel Barceló Teguise Beach, un alojamiento sólo para adultos en Costa Teguise, en la playa de Las Cucharas. Este modernísimo cuatro estrellas está pensado por completo para que desconectéis de los niños, os dediquéis tiempo el uno al otro y os relajéis bajo el concepto de 'slow life'. Para ello, tenéis a vuestra disposición dos piscinas infinity cuyas aguas parecen fundirse con las del océano. Tras daros un baño relajante, quizás os apetezca perder la noción del tiempo en el circuito termal del spa o con un masaje para dos. Tras degustar con calma la gastronomía canaria en el restaurante y terminar el día con una copa en la terraza, no querréis volver a la rutina.

Más info: www.barcelo.com

Algo tiene esta ciudad andaluza que enamora a todo el que la pisa. Quizás sean sus coquetas plazuelas con aroma a naranja y azahar, el rumor del río Guadalquivir a su paso bajo el puente romano, las callejuelas de la judería, la historia susurrada desde su muralla o sus patios cuajados de flores. Sea lo que sea, en Córdoba encontraréis un rincón a vuestra medida donde disfrutar sin prisa el uno del otro. Son muchos los planes románticos que hacer en esta ciudad, como relajaros en unos baños árabes auténticos. En el hamman os parecerá que el tiempo se detiene con el fluir del agua y con las manos expertas que masajearán vuestros cuerpos a la vez. La visita nocturna a la mezquita es también una experiencia muy especial.

Más info: www.turismodecordoba.org

Cudillero, en Asturias, está considerado uno de los pueblos más bonitos de España, así que ya sólo por eso merece que os perdáis allí un par de días. Sumergiros en su anfiteatro de coloridas fachadas mirando al Cantábrico, la estampa más icónica de esta villa marinera. Dentro de ese enjambre de callejuelas empinadas que escalan por la colina, se esconden casas de indianos, jardines y hasta palacios. Estáis en el lugar ideal para daros un homenaje gastronómico a base de pescado y marisco fresco, siempre regado con una buena sidra de la zona. ¡Buen provecho!

Más info: www.turismoasturias.es

Cuando el verano termina, la famosa isla pitiusa no desaparece, pero sí ralentiza su ritmo y es el momento ideal para explorar su costa con la calma y la luz tan especial que proporciona el otoño. Aunque la temperatura del agua ya no sea la más idónea para darse un baño, contemplar sus míticos atardeceres es un plan romántico y gratuito que hará que la escapada merezca la pena. A lugares clásicos y más masificados para ver la puesta de sol, como el mirador D'Hort o cala Comte, se unen otros más tranquilos como cala Tarida o Ses Salines.

Más info: https://turismo.eivissa.es/