Por una vez, y sin que sirva de precedente, no son Kate Middleton ni Meghan Markle las que ocupan los titulares de las noticias relacionadas con la Familia Real Británica. A sus 97 años, Felipe de Edimburgo ha dado un gran susto a su familia al sufrir un aparatoso accidente tras volcar el coche que él mismo conducía. Los hechos se producían cerca de su casa de Sandringham, donde los miembros de la familia suelen pasar la Navidad. Al aparecer, el marido de Isabel II conducía un Range Rover y cuando estaba incorporándose de un camino a una carretera el vehículo que conducía el duque volcó. Afectando a otro turismo que pasaba por allí en ese momento.
Mientras que el Duque estaba consciente, aunque algo "conmocionado y temblando" –según han informado varios testigos a la BBC–, los dos ocupantes del otro turismo tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios con heridas leves. Tras una primera revisión, el Duque de Edimburgo volvió a Sandringham House, donde se sometió a un chequeo médico que certificó que se encontraba bien.
Retirado de la vida pública
En mayo de 2017, el Palacio de Buckingham comunicaba que Felipe de Edimburgo dejaría de participar en actos públicos de la Casa Real a partir de ese otoño. "El Duque de Edimburgo ha decidido que no atenderá compromisos públicos a partir de otoño", rezaba el texto, que añadía que contaba "con todo el apoyo de la Reina" al tomar su decisión. Desde 1952, y según datos del Palacio de Buckingham, el marido de Isabel II asistió a 22.219 actos en solitario.
Desde agosto de 2017 le hemos visto en algunos eventos familiares como las bodas de sus nietos, primero la de Harry de Inglaterra con Meghan Markle en mayo de 2018, y en octubre a la de Eugenia de York y Jack Brooksbank.
Y a pesar de haber sido operado de la cadera en abril de 2018 –una intervención programada para reemplazarle la cadera al sufrir fuertes dolores–, el duque de Edimburgo ha sido visto conduciendo su propio coche, e incluso coches de caballo, en varias ocasiones.