Preocupación por el estado de salud de Ernesto de Hannover. A sus 64 años, el príncipe lleva ya algún tiempo con problemas de páncreas, derivados –supuestamente– de su abuso de alcohol, que le han hecho pasar por quirófano en varias ocasiones (en 2005 ya sufrió una pancreatitis por la que estuvo a punto de morir). La última vez que ha pasado por quirófano ha sido hace apenas unos días. Según la revista alemana Bunte, el todavía marido de Carolina de Mónaco –ya que están separados pero no se habrían divorciado– tuvo que ser trasladado en helicóptero a la clínica austriaca de Feldkirch, donde los médico procedieron a operarle de urgencia tras ver que tenía una inflamación del páncreas que ponía en peligro su vida.
Según apunta Bunte, la familia y amigos de Ernesto de Hannover "están extremadamente preocupados" por su vida. Su salud se ha deteriorado mucho en los últimos años. En mayo de 2018, el príncipe alemán tuvo que ingresar durante unas semanas en la clínica de desintoxicación austriaca de Salzkammergut, en la que además los médicos le dieron tratamiento psicológico, al llegar desorientado y con alucinaciones.
Esta noticia se ha conocido a la vez que salen a la luz los problemas que mantiene Ernesto de Hannover con su hijo mayor, el príncipe heredero Ernesto, por la propiedad del castillo de Marienburg, en Austria. Éste había llegado a un acuerdo con el estado, concretamente con el ministro de Ciencia y Cultura, para ceder el castillo, por un euro, con el fin de que lo rehabilitaran, pero Ernesto padre se opone por completo a la venta de esta propiedad al estado.