David y Yana nos sorprendieron con un chachachá al ritmo de la mítica canción 'Time of my life' de 'Dirty Dancing'. Fue imposible no trasladarse a ese momento en el que Frances y Johnny se subieron al escenario para salvar la actuación tradicional de cada verano. No solo por lo bien que lo hicieron, sino también porque la química que hay entre el cantante y la bailarina es evidente. Las chispas saltaban en todo el plató, en el que el amor de película pareció traspasar pantallas. 'It's electrifying' hubiese dicho John Travolta.
La pareja obtuvo muy buenas críticas por parte del jurado, cuya puntuación no bajó del notable alto. Sin embargo, sí dio qué hablar el 'porté' final, que no les salió tan bien como en los ensayos. De hecho, el presentador les invitó a repetirlo, y así lo hicieron.
No nos ha pasado desapercibido la forma en la que Yana se agarró a Bustamante al acabar el salto. ¿De verdad van a negar que no hay nada entre ambos?
Las caricias y la complicidad fueron un constante, y no solo por parte del cantante, al que los dos presentadores le subrayaron su evidente pérdida de peso. ¿Será solo por culpa del baile o tendrá Yana algo que ver con eso?
Después de semejante espectáculo, la pareja se retiró junto a sus compañeros. Allí, la presentadora le preguntó cómo consigue ser tan pasional. "Yo no sé ser de otra manera cuando tengo una mujer delante. Soy un romántico, soy un amante del amor, y por eso le canto al amor. Y, en esta ocasión, que me han dado la oportunidad, le he bailado al amor", declaró el cantante. ¿Se puede ser más romántico?
