La última entrega de 'Ven a cenar conmigo' nos ha traído un quinteto de lo más original. Melody, Raquel Bollo, Agustín Bravo, Olivia Valère y Ángel Garó se reunieron en una divertida noche de postres accidentados, albóndigas con esencia andaluza, fotos para el recuerdo y muchas risas. Aunque si hubo algo que captó la atención de todos fue la impresionante casa de Ángel Garó, que ejerció de divertido anfitrión y chef de excepción.
Situada en un céntrico barrio de Málaga, el hogar del humorista dejó deslumbrada a Melody. "Es la casa de un artista", dijo la cantante tras ver el impresionante salón.
El espacio, decorado con muebles antiguos e infinidad de figuras y cuadros, es toda una oda al estilo clásico.
La otra habitación estrella fue la cocina, donde Angel Garó casi acaba en llamas en su intento de, según él, imitar a Antonia Dell’Atte.
El dormitorio del artista destaca por su estilo clásico de los muebles y por, entre otras cosas, tener una foto de Camilo José Cela firmada por el literato.
Porque si algo inunda la casa del humorista son las fotos, que evocan su época dorada y sus años mozos.
La sorpresa llegó a la hora de terminar la velada, que acabó en una idílica terraza al aire libre, donde las risas y la diversión no faltó a la hora de despedirse de una noche de diversión.
El momentazo a recordar es el postre 'estrellado' en Raquel Bollo. Garó acabó arrojando accidentalmente el plato sobre Bollo, que al grito de "flores, flores... No pasa nada", restaba importancia al asunto. El resultado del divertido incidente: un mil hojas partido en mil pedazos, relleno de turrón.