No ha sido un año fácil para Kiko Rivera y su mujer, Irene Rosales, asegura que cada día tiene más dolor y no ve factible una reconciliación con su madre, al menos de momento. “Cada día que pasa tiene más dolor, con él mismo y con su madre. No se arrepiente pero a la vez… tiene una lucha interna. Quizás las maneras, las formas o algunas cosas que dijo hubiera cambiado. Está triste”, cuenta Irene en 'Viva la vida', pero ha sido el propio Kiko quien ha entrado al programa vía telefónica para contar cómo se encuentra.
Convertido en Paje Real de los Reyes Magos junto a Luis Rollán y Omar Montes para sorprender a los más pequeños en Málaga, el DJ bromeaba con estar "muy feliz porque me vuelvo a ver con pelo".
"He intentado comenzar el año de la mejor manera posible y para eso ha tenido que ser con mi hermana, mi mujer y mis hijos", ha confesado, "nos lo hemos pasado bastante bien dentro de cómo estaba el año".
Su deseo para el 2021 es que haya mucha salud y "que vaya un poco mejor". "El 2020 ha sido uno de los peores años de mi vida: La pandemia mundial, la muerte de mis suegros y la polémica familiar que después de todo lo que ha pasado carece de importancia pero a mi me ha fastidiado. Ahora quiero ser feliz, a mi manera, como a mi me gusta y estar acompañado de mi mujer, hijos y la gente que me quiere".
Ha dejado claro que "al final contigo está quien te quiere, quien no quiere estar es porque no quiere". "A mi me encantaría tener una conversación con mi madre, y ya he dado algún paso pero parece ser que no les apetece", asegura. Ha confesado que él no la ha llamado pero que a través de conocidos han intentado que hablen y ella no ha accedido. "Ella dice que ya no somos familia", ha zanjado.
Pero no se ha marchado sin lanzar un dardo a su madre: "Tengo tres hijos maravillosos y quien no los quiere a ellos no me quiere a mi. Mis hijas preguntan por su abuela", ha comentado.
