La mejor novela de Máximo Huerta está por escribir. Ayudaría a muchas personas que no saben qué hacer cuando sus padres son mayores y los hijos están empezando a labrarse su propia vida. Una situación que él tuvo que afrontar como hijo único: sin dudarlo ni un segundo, lo dejó todo para estar con ellos, para darles cariño y compañía, que es la mejor medicina para quienes llegan al final de su vida. Preocupado desde hace tiempo por la salud de su madre, y cada vez más recuperado de su inesperada ruptura con Juan Castillo, el autor, sin embargo, ha podido sacar un hueco para charlar.

rosa villacastin y maximo huerta en una foto de archivo juntos
Ana Ruiz / HEARST

Desde entonces se ha centrado en la literatura, escribiendo novelas que te atrapan, porque Máximo tiene una sensibilidad especial para encontrar personajes con vidas muy interesantes, como las protagonistas de su última novela -'París despertaba tarde'-, Alice Humbert y Kiki Montparnasse, sobre las que Máximo se deshace en halagos: "Kiki es arrolladora, fue la reina de París de ese tiempo. Descarada y divertida, es pura energía. Alice es una de aquellas modelos anónimas que se ofrecían en la calle a los pintores. Una mujer que decide elegir su destino y enfrentarse a todo. La protagonista de esta novela trató de salir de la miseria y de un futuro aciago haciendo de modelo para los artistas que se instalaban en París. Consciente de haber sido tratada por ellos como una cualquiera, la joven y dulce modista busca valerse por sí misma sacando adelante su negocio. Los sentimientos y recuerdos de Alice navegan en un mar de culpabilidades hacia el hombre que tanto ama y también hacia su familia".

maximo huerta posa para su entrevista con rosa villacastin en la revista diez minutos
Beatriz Velasco HEARST

¿Pero por qué situar la novela en el París de los años 20? ¿Qué tiene de especial esa época, siendo una década llena de muerte? "Fueron años deslumbrantes, ingeniosos, insolentes. Así fueron. Totalmente inspiradores. Los años veinte son una parte excepcional de la historia. París pasó la página del siglo XIX. Y se volcó en una nueva época; la juventud francesa solo pensaba en una cosa: olvidar la tragedia. La efervescencia que se adueñó de la capital en los años veinte solo puede definirse con una palabra: locura. Las mujeres se emanciparon, fiestas, carnaval".

"Ha declarado que esta novela le ha abierto heridas, ¿por qué?", le pregunto intrigada. "Las heridas las abrió mi anterior novela, 'Adiós, pequeño'. Pero el tiempo ya se encargará de cerrarlas", señala. Desde hace tiempo, Máximo triunfa con sus novelas, pero en el plano personal no pasa por su mejor momento: "Lleva años dedicado a su madre enferma. ¿Qué le ha enseñado verla así?", quiero saber. "Paciencia. Controlar la frustración. Llorar a escondidas. Fingir que todo va bien. Animar al que te animó de niño. No soy un héroe, solo cuido de ella".

maximo huerta posa para su entrevista con rosa villacastin en la revista diez minutos
Beatriz Velasco HEARST

Precisamente cuidar de su madre convaleciente es ya como un trabajo más que le ha impedido hacer otras cosas, y no está siendo un camino fácil de recorrer: "Ser hijo único es una putada", se sincera sin paños calientes. "Hay días en los que desearía desahogarme con mis hermanos, compartir preocupaciones o dividir el tiempo en casa. No sé qué aprenderé en este tiempo, pero aquí estoy, en casa. Porque quiero. Quiero cuidarla en este adiós", y añade: "Dejé Madrid, cerré la casa y me vine con ella. No me lo pidió, lo hice porque creo que es mi prioridad. Ahora debo estar a su lado. Y aunque hay días en los que el oxígeno es irrespirable, siempre abro las ventanas o busco algo positivo".

maximo huerta posa para su entrevista con rosa villacastin en la revista diez minutos
Beatriz Velasco HEARST

Ha sido éste un tiempo en el que, además, Máximo se ha acordado mucho de su padre, pero también se ha llevado sorpresas con gente que no esperaba que estuviera a su lado, y otras no tan agradables de quienes pensaba que estarían, y no: "En este tiempo de pueblo y cuidado a mi madre es cuando algunos deberían haber sido más empáticos. Ser menos egoístas. Pero bueno, yo estoy donde estoy. Los que no están, que elijan su música", ha confesado tajante.

Esto es sólo un extracto de la entrevista de Rosa Villacastín a Máximo Huerta. La puedes leer completa en el nuevo número de la revista Diez Minutos (3783), que ya está a la venta en quioscos.

Planeta París despertaba tarde, de Máximo Huerta

París despertaba tarde, de Máximo Huerta
Crédito: Planeta


La foto favorita de Máximo Huerta

maximo huerta con su perra dona leo
Imagen cedida
Máximo Huerta y su perra Doña Leo.

"Ella es doña Leo, mi perra, tiene 13 años, y me acompaña cada día por el campo. La librería lleva su nombre".

Entrevista realizada en Espacio V22, Calle de Vallehermoso, 22, Madrid.

Lettermark

 Rosa Villacastín es una de las más prestigiosas de la crónica de la prensa del corazón en nuestro país. 

 Nació en  Ávila el 2 de junio de 1947. Estudio Letras en la Universidad Complutense. Comenzó su andadura profesional en el Archivo Histórico, un año después le nombran encargada del Archivo Rubén Darío en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1971 ficha por el Diario Pueblo, donde desde 1977 hasta 1983. El Golpe del 23F lo vivió en primera persona en el Congreso de los Diputados. Al cierre de Pueblo trabaja en el Diario Ya y el Grupo Vocento. En Radio ha colaborado en RNE, Antena 3 Radio y en la SER con Xavier Sardá Y Gemma Nierga. Y con Concha Garcia Campoy en Punto Radio. 

 Ha colaborado en revistas como época, Panorama, Interviú, Tiempo, Mujer de Hoy, El Semanal, Yo Dona, y LOC del Diario El Mundo. Desde hace 26 años colabora en la revista Diez Minutos haciendo una entrevista semanal. 

 En TVE comenzó con Teresa Campos hasta que la ficha Antena 3 TV, donde copresentó ‘Extra Rosa’, con Ana Rosa Quintana; ‘Las mañanas de Rosa’ y ‘La tarde’. Actualmente colabora con TV. 

 Es vocal de la Junta Directiva de la APM (Asociación de Periodistas de Madrid). 

 Entre los muchos premios recibidos, hay que destacar el qué le entregó Adolfo Suarez como Popular de Ávila. Mujer del Año por las mujeres de Zamarramala, Segovia; Garbanzo de Plata por su trayectoria profesional. El micrófono de Oro, y El Ciudad de Marbella, y el Internacional de Prensa, así como El Pablo Iglesias, que concede la UGT de Castilla y León. 

 Ha escrito varios libros, entre otros ‘El club de las santas: Divorcios de oro de la democracia’, ‘Hay vida después de los 50’, ‘Querido imbécil’, ‘Si a los 60 no te duele nada, estás muerta’. “La Princesa Paca: el gran amor de Rubén Dario”. Y “Los años qué amamos locamente”. 

 Desde hace años da charlas y conferencias sobre la mujer y los medios de comunicación.Ha puesto voz al documental ‘Mujeres olvidadas’. Dirigida por J.Echeverria-Torres.