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Bárbara Rey ha mostrado su enfado en las últimas horas, y es que la ex vedette ha tenido que aclarar la carta que hace unos días le hizo llegar a su hijo, Ángel Cristo, que ahora se encuentra concursando en 'Supervivientes 2024' en Honduras. En las imágenes, captadas por Europa Press y emitidas por 'Vamos a ver', la actriz ha querido dejar clara una cosa muy importante: "Yo no le pido perdón ni a mi hijo ni a nadie por nada de lo que haya pasado fuera de ese momento y esa situación", y es que ese perdón se refería al problema judicial por un delito de alzamiento de bienes que Bárbara Rey acaba de saldar, y que había salpicado a sus hijos, otros familiares y algunos amigos, y en la que reconocía tener problemas con el juego.
Sin embargo, su mosqueo no iba por tener que hace esa aclaración, sino porque no sabe cómo se ha filtrado la carta, aunque sí ha querido acusar a su nuera, Ana Herminia, y a su entorno de algo muy grave: "Quienes han sacado la carta son ellos. La novia, su representante, el programa o quien sea", ha dicho, algo que no le ha hecho ninguna gracia. "Según cumplo más años soy más importante. Para bueno o malo, me da exactamente igual. Lo importante es que habláis de mí", sentenciaba la intérprete con cierto retintín a los reporteros que la habían interceptado.
Después de que Ángel Cristo se negara a escuchar la carta de su madre en directo desde el plató de 'Supervivientes', Carlos Sobera decidía cerrar los micrófonos para que la audiencia conociera su contenido, tras lo cual Ana Herminia, por su parte, se echaba a llorar, harta de la situación con su suegra: "Carlos, de verdad, yo no quiero hablar más de este tema. Ya es suficiente, el daño es muy fuerte. Esto nada más lo saben los que viven de puertas para adentro, lo que hay, y a mí me está costando hoy estar aquí por amor. Yo no quería que él fuera porque psicológicamente yo no le veía bien para enfrentarse a todo esto", señalaba Ana Herminia compungida.
Ángel, que sigue sin conocer el escrito de su madre en el que pide perdón a todo el entorno por meterles en sus problemas judiciales, sí recibió poco antes de irse a Honduras un burofax, en el que Bárbara, presuntamente, le lanzaba un aviso de que cualquier cosa que hablase de ella en el concurso podía ser susceptible de demanda.
