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'Supervivientes' no para de sorprender, y es que cuando no es una cosa, es otra. La gala de este jueves estuvo plagada de sorpresas, como la inesperada repesca de Laura Matamoros o la indisposición de Laura Madrueño, que tuvo que abandonar la gala en pleno directo, pero sin duda una buena parte del contenido no sólo lo dan los concursantes desde Honduras, sino también los colaboradores desde Madrid. De hecho, la tensión era palpable en el plató de Jorge Javier Vázquez, hasta que, en un momento de la noche, Carmen y Ana -la novia de Ángel Cristo-, sacaron a relucir sus diferencias con una buena bronca y comentarios de lo más picajosos.
La bailaora y la colaboradora de Telecinco no se aguantan, y es que, a las críticas de Carmen tras las duras entrevistas contra su madre, Bárbara Rey, en televisión, hay que sumar lo mal que se han llevado los dos en la isla. Cada día estaban a la que saltaban por cualquier inconveniente, y ni con la salida de Carmen consiguieron solventar sus diferencias. Esa tensión se ha trasladado al entorno de él, y ahora es Ana la que no tiene clemencia con Carmen, a la que está claro que no aguanta... aunque el sentimiento es mutuo.
Para tratar de destensar, Jorge Javier quiso preguntarle a Ana por qué se sentaba tan tiesa en el sofá, y ella respondió que es por un problema en las cervicales, motivo por el cual también tenía un apoyo en la espalda, y así mantener una postura bien erguida. Ella, sin embargo, le quitó hierro al asunto asegurando que la postura también viene por su bagaje como bailaora de flamenco. El presentador se sorprendió al conocer ese detalle y le pidió que le hiciera una demostración, y aunque en un primer momento Ana se negó, finalmente dio unos pasos con bastante soltura a pesar de la incomodidad. Tras esto, Jorge le preguntó a Carmen qué opinaba de sus dotes como bailarina con un comentario que hizo estallar todo por los aires: "Fuera. No se puede decir que no se puede mover porque le duele la espalda y luego bailar flamenco. O me creo una cosa o me creo otra".
La cara de Ana cambió por completo, y pasó de la sonrisa a la crispación máxima: "Yo puedo demostrar el parte médico, porque usted va de plato en plató y estaba que se moría", respondió refiriéndose al problema de salud que tuvo Carmen en el programa y por el que acabó volviendo a Madrid. Carmen trató de zanjar la discusión: "A mí no me hace falta que me hables de usted. Si piensas que te voy a hacer el juego, lo llevas claro conmigo. Yo no necesito que me traiga parte médico. No quiero faltarle al respeto. A mí me han preguntado qué me ha parecido y yo he dicho que no me la he creído".
Tras asegurar que estaba "tranquilísima", Carmen presumió de estar demasiado ocupada con lo suyo como para preocuparse también por Ana y Ángel Cristo: "Si quiere le puedo regalar uno o dos platós para descansar", apuntó; un ofrecimiento que Ana rechazó 'amablemente' (a su manera): "¿A mí para qué? Me los han ofrecido y no he querido ir".
