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La plaza de toros de Las Ventas acogió una corrida benéfica este pasado fin de semana por la que se dejaron ver famosos, caras conocidas y autoridades de todo tipo. La infanta Elena presidió la tarde de lidia tras su comentada visita con su hermana, doña Cristina, a un colegio de San Sebastián de los Reyes (Madrid) que lleva sus nombres hace sólo unos días, y allí coincidió con celebridades como el presentador Ramón García, que recientemente nos dejaba estupefactos con su entrevista más sincera y dolorosa. Pero también llamó mucho la atención que aparecieran por allí el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y su nueva esposa... y no lo hicieran juntos. ¿Qué pasó?
El matrimonio -que pasó por el altar el pasado 6 de abril- tuvo que ser separado en la plaza, y es que, mientras el edil madrileño tenía que cumplir con sus funciones como alcalde y sentarse en el palco de autoridades, Teresa Urquijo -que también es muy fan de la tauromaquia- pudo ver la corrida desde el tendido, y mientras ella se lo pasaba pipa comentando los capotazos y las estocadas con Ramón García, Martínez-Almeida hizo lo propio con Marta Rivera de la Cruz, concejala de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, que se sentó a su derecha, y con la que se le vio charlando animadamente.
Los tortolitos están en el momento más dulce tras su vuelta de la luna de miel hace unas semanas, pero lo cierto es que también ha salido a la luz que tienen sus enfrentamientos de pareja, y es que en el matrimonio no es todo nubes de algodón.
El enfrentamiento de Almeida con Tamara Falcó por Íñigo Onieva
Sin embargo, el alcalde madrileño tiene otros frentes abiertos mucho más importantes de los que preocuparse, más que si le sientan al lado de su esposa o no en una corrida de toros, ya que hace sólo unos días la marquesa de Griñón, Tamara Falcó, cargó repentinamente contra Almeida después de que acusaran a su marido, Íñigo Onieva, de generar mucho ruido y deshechos que se acumulan en la acera en su nuevo restaurante, situado en pleno centro de Madrid. Los vecinos no están nada contentos con la acumulación de residuos y los olores que crea (especialmente ahora que llega el calor), por lo que Tamara sacó la cara por su chico al echar 'el marrón' al ejecutivo municipal por la gestión de la recogida de basuras.
De todas formas, la relación entre Tamara y Almeida es buena, lo que sucede que cada uno suele ser franco al dar sus opiniones. Además, la calle donde está el restaurante de Íñigo Onieva está salpicada por la polémica por el tema de las basuras, pero no es algo específico de su local.
