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Daniel Sancho está a sólo unos días de que le cambie la vida. Desde que el 5 de agosto de 2023 saltara la noticia de que el hijo del afamado actor Rodolfo Sancho ('El ministerio del tiempo', 'Mar de plástico', 'Isabel'...) había sido detenido en Tailandia por, presuntamente, matar y descuartizar a otra persona, nada ha vuelto a ser igual para la familia. El también nieto de Sancho Gracia, que trabajaba para intentar hacerse un hueco en la hostelería como chef e influencer de cocina, saltó a la prensa internacional con una fama muy distinta a la que buscaba, y todo tras una turbia relación con el cirujano colombiano Edwin Arrieta que se saldó con la muerte de éste en una habitación de hotel de Koh Pha Ngan.
Fue la familia de Edwin, que conocía a Daniel, la que se puso en contacto con él después de que el médico llevara días sin dar señales de vida. Especialmente su hermana, Darling, fue la que se preocupó por él, tal y como afirmó en su única entrevista en España. Consiguió hablar por mensajería instantánea con el joven para que le dijera si estaba bien, pero poco sabía que era precisamente el 'amigo' de su hermano quien supuestamente había acabado con su vida. Dada la insistencia de Darling, Daniel se presentó en una comisaría para denunciar su desaparición, donde comenzaron las pesquisas y terminaron, en cuestión de horas, deteniendo a Daniel como el principal sospechoso de la muerte.
Daniel Sancho descuartizó a Edwin Arrieta en 17 partes
Tras pasar a disposición judicial y serle tomada declaración, Daniel pasó a prisión preventiva en Koh Samui, y nunca más volvió a disfrutar de su libertad. Todas las pruebas indicaban que el joven estaba implicado en la muerte de alguna manera, pero la sorpresa llegó cuando él mismo confesó todo lo que había pasado: que tras una fortísima pelea, Edwin se cayó, se rompió el cráneo y, en un intento por deshacerse del cuerpo, y producto de los nervios y el miedo a ser inculpado, lo descuartizó en 17 partes y los repartió por la isla. Algunas aparecieron, como la cabeza o algunas extremidades, pero otras, como el torso, siguen a día de hoy sin ser localizadas. Aunque en un primer momento la autopsia inicial determinó que la muerte se había producido por degollamiento, el último informe forense realizado meses después a las partes que aparecieron esclareció que, aunque no se podía determinar con exactitud la causa de la muerte, las pruebas concordaban con la versión de Daniel.
No le ayudaba el hecho de haber comprado varios cuchillos y hasta un serrucho días antes del crimen, pero él dijo ante el juez que todo eso lo había adquirido como utensilios de cocina para grabarse y relanzar su canal de YouTube y sus redes sociales como chef.
La turbia relación de Daniel Sancho y Edwin Arrieta: los motivos que desembocaron en su pelea
Según reveló Daniel, la pelea tuvo lugar después de una acalorada discusión en la que él quiso romper su relación con Edwin: sin llegar a aclarar de qué tipo era ésta, lo que el joven tenía claro era que ya no quería seguir unido a él, e incluso tendría planes de casarse con una novia que tenía, pero el colombiano se negó en rotundo: enamorado de Daniel, él incluso tendría planes de formalizar su relación en España, venirse a vivir aquí con él y abrir negocios juntos. También salieron a la luz los supuestos pagos de miles de euros que Edwin le hacía a Daniel, uno de los motivos por los que el médico tampoco estaba dispuesto a romper su relación de la noche a la mañana. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho", llegó a decir Daniel en sus primeras y únicas declaraciones públicas.
Marcos García Montes: el abogado más mediático, al frente del caso Daniel Sancho
La investigación policial parecía tener casi una sentencia antes de que un juez tomara parte, y hasta anunciaron que acusarían a Daniel de oficio de "asesinato con premeditación" con las pruebas que habían conseguido. Algo nada halagüeño, pues con esa acusación podían sentenciarle a cadena perpetua o peor, pena de muerte. Este fue el motivo principal por el cual Rodolfo decidió moverse rápido desde España para encontrar al mejor abogado. Se deshizo de la defesa que llevaba el caso desde Tailandia, con Kuhn Anan a la cabeza, y pidió nombrar un nuevo letrado, mientras desde aquí decidió trabajar de la mano de uno de los abogados más famosos del panorama judicial: Marcos García Montes, que ha trabajado en casos de gran calado y mediáticos como el caso Rumasa; el caso Juan Guerra -hermano del Alfonso Guerra acusado de corrupción- y también ha trabajado en la desaparición Jeremy Vargas, en el caso por la muerte de los Marqueses de Urquijo o en el caso de Rocío Wanninkhof, en el que se acusó falsamente y se encarceló a Dolores Vázquez por el asesinato de la joven. También ha defendido a famosos como Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Carmen Sevilla, Ana Obregón, Cayetano Martínez de Irujo o Bertín Osborne o el más reciente, Rafael Amargo.
Las irregularidades en el caso que ayudarían a Daniel Sancho
García Montes, acompañado por los también abogados Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, tenía un trabajo muy claro (y muy arduo): si no se podía demostrar la inocencia de Daniel, al menos rebajar en lo máximo posible la pena que pudiera caerle. La defensa de Daniel se puso manos a la obra estudiándose minuciosamente no sólo el caso, sino también incluso el Código Penal tailandés. Fue entonces cuando presentaron un largo informe denunciando varias irregularidades en la investigación -como el hecho de haber dormido Daniel y la Policía en el lugar del crimen durante la reconstrucción del mismo, la ausencia de un traductor adecuado durante la misma o la denuncia de que Daniel había sido coaccionado para hacer una confesión con la promesa vacía de la Policía de que en dos días estaría de vuelta en España-, que ha servido precisamente para que muchas de las pruebas obtenidas hayan sido invalidadas. También le ayudó la acusación de corrupción que recayó sobre el principal policía de la investigación, el mediático Big Joke, que fue apartado del caso.
Tras iniciarse el proceso judicial con innumerables declaraciones de las partes y varios testigos durante 12 sesiones, sorprendió el camino tomado por Daniel: se declaró inocente del cargo de asesinato con premeditación y también de la destrucción de documentos oficiales (el pasaporte de Edwin), pero sí se declaró culpable del descuartizamiento y ocultación del cadáver, algo que sólo está penado en el Código Civil de Tailandia como un agravante. Sólo por este motivo, Daniel ya sabe que seguirá a la sombra cuando la sentencia, que ya está lista, se haga pública este 29 de agosto. Por otro lado, podría beneficiarle el hecho de que la noche en la que tuvo lugar la muerte de Edwin su pasaporte estaba consignado en una tienda de alquiler de motos, lo que ayudaría a demostrar que no había premeditación porque su vuelta a España no estaba organizada de antemano. De hecho, la habitación del hotel de Koh Pha Ngan estaba alquilada para varias semanas. Pero hay más.
La familia del Daniel Sancho, más tranquila antes de la publicación de la sentencia
Ahora ya sólo cabe dilucidar si el joven será condenado a la pena capital, a cadena perpetua o si sus abogados han conseguido lo que pretendían: dejar probado que la muerte de Edwin Arrieta fue un homicidio, aunque la sentencia final estará determinada por si el juez decreta que fue doloso o imprudente, algo por lo que la familia respira un poco más tranquila después de que el fiscal les asegurara que, por esa parte, podían relajarse. "Estaríamos entre una condena de 6 a 8 años de prisión. Al cumplirse una tercera parte de la pena, Daniel podría volver a España al tener la Justicia española y la tailandesa firmado el llamado 'traslado de presos', que no 'extradición'", aclaró Marcos García Montes recientemente.
Aún así, este no será el final del caso, pues cabrán los recursos de las partes, lo que alargará el proceso hasta que la sentencia sea firme.
