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La pena de cadena perpetua a Daniel Sancho ha caído como un jarro de agua fría no sólo para el condenado, que ha llorado al conocer la sentencia, sino también para sus padres, que están completamente abatidos al saber que su hijo no volverá a pisar la calle y pasará el resto de su vida en un penal tailandés. Ahora la esperanza del joven, la familia y de sus abogados está puesta en el recurso que presentarán en los próximos días a instancias superiores, pero el disgusto se lo han llevado igual, y ha quedado claro cuando los padres de Daniel han salido del Tribunal Provincial de Samui.
El primero en salir ha sido Rodolfo Sancho. Más entero que su ex mujer, ha dejado claro que van a "seguir luchando. Siempre a seguir luchando". El actor de series como 'El ministerio del tiempo' o 'Isabel' siempre ha sido el que ha mostrado una actitud más serena ante los medios, pero no podía esconder su cara de preocupación ante el oscuro futuro que se le presenta a su hijo.
Por su parte, Silvia Bronchalo ha salido de los Juzgados de Koh Samui bastante más afectada y, en su línea de mantener la discreción ante los medios, no ha querido decir nada antes de meterse en un coche y marcharse de allí. Igual que Daniel y Rodolfo, Silvia tiene la esperanza puesta en que una instancia superior rebaje la condena impuesta a su hijo, pero esto podría alargar el proceso entre uno y dos años más. Ha llamado la atención que, a su llegada, Silvia llegaba con la cara visible con gafas oftálmicas, mientras que a su salida, y tras el varapalo, prefería las gafas de sol para ocultar su rostro.
El complicado futuro de Daniel Sancho en una peligrosa cárcel tailandesa
Dentro de las malas condiciones que suelen tener las prisiones del país asiático, la de Koh Samui, donde Daniel se encontraba en prisión preventiva desde el pasado año, no era de las peores, pero ahora su situación cambiará radicalmente: estaba establecido que si la pena impuesta superaba los 15 años, sería trasladado a la de Surat Thani, pero al ser de más de 25, la elegida podría ser la de Nakhon Si Thammarat, una cárcel de alta seguridad donde se encuentran más de 4.200 condenados, algunos de ellos los reos más peligrosos del país. Aún así, a Daniel y sus abogados se les presentarán varias opciones donde escoger.
Por otro lado, la sentencia de cadena perpetua no sólo incluye la demostración de que Daniel mató premeditadamente a Edwin Arrieta, sino que también le condena por el descuartizamiento (de lo que Daniel ya se declaró culpable) y la ocultación del cadáver y por la destrucción de documentación ajena. Además, la condena incluye una indemnización de algo más de 100.000 euros a la familia Arrieta, bastante más baja de lo que su defensa pedía en principio, que era de más de 700.000 euros.
