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El verano de 2024 ya es, muy probablemente, el peor que ha vivido Cari Lapique en su vida, y es que si el pasado 7 de agosto fallecía su marido, Carlos Goyanes, de un infarto, la vida le tenía preparado otro duro varapalo con la muerte de su hija mayor, Caritina Goyanes, sólo dos semanas y media después por el mismo motivo. La socialité decidía, tras estos duros golpes, refugiarse en su familia, y durante los últimos dos meses se ha alejado de la vida pública. Sin embargo, parece que poco a poco Cari quiere recuperar su rutina, y este martes 22 de octubre se ha dejado ver en muy buen compañía volviendo a sus quehaceres en el centro de Madrid, aunque no escondía en su gesto lo duro que estaba resultando. Aún así, esta vuelta a la normalidad, probablemente, le ayudará a despejarse y ocupar su cabeza con otras cosas.
Consciente de que las cámaras seguirían sus movimientos, Cari se mostraba algo 'esquiva' con los micrófonos, pero no dejaba que la presencia de reporteros le impidiera seguir con su rutina. Y, de hecho, ha contado con un gran apoyo de varias de sus amigas, como Ana Rosa Quintana o la expolítica Ana Botella, que no dudaban en acercarse al showroom de moda Yowe, que regenta Cari, para saludar. También se pasaban por allí otras caras conocidas como la periodista Marisa Martín-Blázquez, pero sin duda el mejor apoyo en este día ha sido el de su hija pequeña, Carla Goyanes, que le dedicaba un bonito mensaje en sus redes sociales: "Orgullosa de lo fuerte que es mi madre, que vuelve al trabajo cumpliendo sus compromisos con vitalidad. Tienes mucho que ofrecer", escribía sobre un anuncio del showroom, por el que prometía pasarse en estos días. La última vez que vimos a la familia en público fue el pasado 23 de septiembre para despedir, en una misa funeral conjunta, a Carlos y Caritina.
Cari Lapique intenta retomar la normalidad tras la desgracia familiar
La vida, poco a poco, está volviendo a su cauce, y aunque es difícil reponerse de dos pérdidas tan cercanas, los Goyanes han decidido seguir adelante, especialmente por los hijos que dejaba Caritina (Pedro y 'Mini' Cari, de 13 y 10 años respectivamente), y de los que Carla Goyanes prometía hacerse cargo como si fueran suyos tras la muerte de su hermana, apoyando, así, en todo lo que necesite a su cuñado, Antonio Matos.
