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Arancha de Benito (55) es una abuela de lo más feliz. A pesar de la sorpresa que se llevó al conocer el embarazo de su hija, Zayra Gutiérrez, en 2022 con sólo 22 años, lo cierto es que, al final, el tiempo lo puso todo en su sitio: su hija se ha adaptado muy bien a la maternidad; su relación con su pareja y padre de su bebé, Miki Mejías, va viento en popa... con lo cual, Arancha no puede pedir mucho más. Su papel como abuela es uno que no esperaba que le llegara tan pronto, a los 53 años, pero sin duda lo está aprovechando al máximo con el pequeño, con el que no se le puede caer más la baba. De hecho, en este año y medio ha aprendido muchas cosas como abuela primeriza, por lo que no ha dudado en lanzar un consejo a Terelu Campos -con la que tiene una gran amistad- y a Mar Flores, que lo serán también en las próximas semanas.
Es cierto que Terelu y Mar están llevando esta etapa de formas muy diferentes: la colaboradora está de lo más ilusionada con la llegada del bebé, que ya se sabe que será un niño, aunque no esconde también su preocupación con el momento en que su hija, Alejandra Rubio, dé a luz; sin embargo, la ex modelo y empresaria no parece especialmente optimista, e incluso llegó a afirmar -suponemos que con humor- que no sabía si dejaría al pequeño que la llamara 'abuela'. Por eso, Arancha ha querido lanzarles un consejo que no deberían pasar por alto.
"Que sean abuelas presentes": el valioso consejo de Arancha de Benito a Terelu Campos y Mar Flores
Arancha ya tiene experiencia en esto de lidiar con la inesperada maternidad de una hija muy joven, pero el 'susto' inicial no ha sido impedimento para que ahora disfrute de su nieto. De hecho, el único consejo que les ha dado, y para ella el más importante, es "que sean abuelas presentes": "Para mí, mis abuelas fueron una parte muy importante en mi vida. Y creo que yo quiero también serlo para mi nieto", afirmó Arancha en la cena solidaria 'Infancia sin fronteras' que ella mismo organizó este 20 de noviembre por la noche.
Lo que está viviendo junto a su nieto reconoce que es algo maravilloso, y por eso no quiere que nadie se pierda la experiencia de ser abuela primeriza, en la que cada día es una aventura y un aprendizaje que hay que exprimir al máximo: "Es la etapa más bonita que podemos estar viviendo. Con la energía que tenemos, la juventud todavía que tenemos. La capacidad de tirarnos al suelo, rebozarnos en arena, saltar charcos... eso no se puede perder", añadió.
