Para Mabel la conciliación en España no existe
-¿La conciliación es una meta inalcanzable?
-No, pero las jóvenes deben ser conscientes de que elegir entre promocionarse profesionalmente o ser madre no es fácil, porque la conciliación en este país no existe y eso les va a marcar.
-¿En qué nos hemos equivocado?
-Estamos educando a nuestros hijos excesivamente protegidos y mimados. Estamos siendo su trinchera, en vez de educarles para que sean fuertes, para que sepan enfrentarse a los problemas de la vida, les estamos protegiendo en exceso. En Sudamérica, a los 14 o 15 años les dicen “ponte las pilas y a buscarte la vida”, en cambio en España, a los 40, los hay que siguen viviendo en casa de sus padres.
-¿Qué mundo le gustaría dejar a sus hijos?
-Yo quiero que mis hijos sean estupendos, maravillosos, educados, para que contribuyan a mejorar el bienestar de la gente. Un mundo con el que yo estoy también muy comprometida.
-¿La maternidad cambió sus prioridades?
-Es lo más transformador y maravilloso que le puede pasar a una mujer. A mí me cambió, y me cambia cada día. Para mí es más fácil hacer un documental en la otra punta del mundo que criar a mis hijos adolescentes, porque los hijos no vienen con un manual de instrucciones, pero cuando yo me levanto pienso cómo hacerles gente de bien.
-Los hijos son cosa de dos, ¿o no?
-En eso he tenido mucha suerte, porque Eduardo no es de esos padres que dicen “te ayudo”, no, mi marido comparte y tiene una paternidad responsable cien por cien. Nosotros para nuestros hijos somos su referente, porque al final la educación se aprende en casa, un reto muy difícil pero muy motivador.