La entrevista
-Y tomaron la decisión de separarse.
-Sí, lo mejor era que cada uno siguiera su camino. Al principio fue un “shock”. Yo me quedé hecho polvo y tuve que refugiarme en mis amigos y ella en los suyos y en su familia para superar la separación. No hubo culpables, la relación había llegado a su fin y lo mejor era aceptarlo, por el bien de los dos.
-Y de la hija que tienen en común.
-Que es la que más nos ha unido y que mantiene una gran amistad con Virginia, mi mujer actual, con la que se lleva estupendamente bien. Cuando Virginia conoció a Alba era más chica de lo que es Triana ahora, y comprendió lo importante que era mi hija para mí.
-¿Tendrán más hijos?
-Estamos felices así, con tres hijos maravillosos. Ahora bien, si Dios nos da alguno más, pues para adelante.
-¿Qué le da Virginia?
-Mucha estabilidad, porque llegó en un momento crucial de mi vida, quizá por eso le pedí que se viniera a España y viera cómo era mi vida, dónde vivía, y después que decidiera lo que quería hacer, si quedarse conmigo o volverse a Venezuela.