Pedro J. y Ágatha, él la dejó y ella le echó de casa

"Estoy indignada. No hay vuelta atrás. No intuía que pudiera suceder", ha confesado la diseñadora.

Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada

Después de 30 años de convivencia, dos hijos en común y su reciente boda, celebrada el pasado junio, la pareja se ha separado. "Estoy indignada. No hay vuelta atrás. No intuía que pudiera suceder", ha confesado la diseñadora.

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El periodista y la diseñadora, toda una vida juntos

Pedro J. y Ágatha han sido una pareja atípica, con dos hijos y muy volcados en su vida profesional. 

La diseñadora y el periodista han puesto fin a su relación de tres décadas y a su recién estrenado matrimonio. Y no parece que la causa haya sido el desgaste normal de la convivencia ni tampoco el supuesto hecho de que hiciesen vidas separadas, algo poco creíble a juzgar por sus últimas apariciones en público y, fundamentalmente, por su reciente matrimonio. 

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''No hay vuelta atrás''

Según Informalia, Ágatha acababa de regresar a casa de un viaje por motivos de trabajo cuando el pasado sábado 29 de octubre se encontró con la sorpresa: su marido, Pedro Jota, le comunicó su intención de terminar la relación con ella, porque había conocido a otra persona. Fue entonces cuando, supuestamente, ella le habría invitado a abandonar inmediatamente la casa. Algo que el director de "El español" hizo a los pocos minutos.

"No hay vuelta atrás. Estoy indignada y desde luego que no intuía que pudiera suceder. Es una putada", ha dicho ella en una conversación con Vanitatis. Por el momento, la diseñadora no ha encajado bien la situación y ha cancelado algunos compromisos sociales. Aunque no han trascendido datos de la persona que podría ocupar el corazón del periodista, algunas fuentes sitúan su residencia en Londres.

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Su gran crisis

La relación de Pedro J. y Ágatha Ruiz de la Prada sufrió su crisis más importante al conocerse el famoso vídeo sexual del periodista. Sin embargo, lograron superar aquella situación y la propia diseñadora reconoce que aquello le fortaleció: "Lo viví bastante bien. Le perdoné y me porté fenomenal. No me vengué de él, esas cosas te separan o te unen. Pedro J. le dio muy bien la vuelta  a la tortilla. A mí, a la larga, me vino bien porque se acojonó tanto que se portó mucho mejor", confesó a Risto Mejide en su programa "Al rincón de pensar" en septiembre de 2015.

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¿Cómo repartirse su patrimonio?

Dicen que el divorcio no será de mutuo acuerdo: hay mucho en juego, muchas propiedades que repartir. Ágatha y Pedro J. tienen casas en Madrid, Mallorca, París y una finca en Guadalajara, donde tienen como vecino a Rodrigo Rato.  En la capital francesa, además del piso, cuentan con un local comercial y un garaje. La diseñadora también tiene casa en Milán, que estaría puesta a la venta. El dúplex de Madrid, situado en el Paseo de la Castellana, es del periodista, que lo adquirió cuando su padre le entregó dos millones de pesetas tras tocarle la lotería. Ahora toca repartir...

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Sus hijos, herederos nobiliarios

Tristán y Cósima, los hijos de la pareja forman parte de la compañía de la diseñadora. Y serán ellos quienes hereden los títulos nobiliarios de su madre. Que dicha herencia no tenga problemas fue uno de los motivos por los que Ágatha y Pedro J. se casaron recientemente

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Con Bertín Osborne el pasado abril

Hace poco más de seis meses Ágatha y Pedro J. recibían en su casa a Bertín para su programa "Mi casa es la tuya". Allí vimos a una pareja de lo más compenetrada: "¿Cómo es posible que, aparentemente, dos personas tan distintas tengan esta relación?", preguntaba Bertín durante la cena. "Somos distintos, pero hay algo en común y es que cada uno estamos muy implicados y entregados a lo que hacemos", respondía Pedro.

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Con Risto en septiembre de 2015

La diseñadora también acudió al programa de Risto Mejide "Al rincón de pensar" hace poco más de un año. Allí habló, entre otras cosas, del delicado momento que atravesó su relación cuando se conoció el famoso vídeo de su pareja: "Le perdoné, me porte fenomenal. No me vengué. Él le dio muy bien la vuelta a la tortilla. A mí a la larga me vino bien porque se acojonó tanto que se portó mejor", explicó con naturalidad.

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