- Mi madre (53 años) acaba de comprar esta vajilla clásica en Maisons du Monde y sus platos son tan elegantes que nuestra mesa ahora parece de lujo
- Rebajado este bonito zapatero de madera diseñado para recibidores pequeños porque es estrecho, pero tiene una gran capacidad de almacenaje
- He renovado mi baño pequeño con estas tres novedades de Maisons du Monde que he encontrado en su catálogo de otoño
Últimamente no puedo evitar preguntarme si septiembre es, en realidad, más Año Nuevo que incluso el propio 31 de diciembre. Después del merecido parón del verano, de pronto todo se reactiva y mi entorno aparece con nuevos propósitos que cambian por completo la vida que tenían en junio. De pronto dejan de comer hidratos —porque engordan—, quieren empezar a dormir más —hacerlo menos de ocho horas engorda— y se apuntan al gimnasio —que no solo no engorda, sino que al parecer adelgaza—. Cualquiera diría que lo que quieren es cambiar de talla y no de ciclo vital, que para algo son periodistas y no Simba en El Rey León.
Qué orgullo siento, sin embargo, cuando compruebo que a mi madre el único tallaje que le viene importando este otoño es el de su cama. Debido a los ronquidos de mi padre, ella siempre ha dormido sola en el cuarto de invitados, acomodada en una cama de 90. Ese ha sido el cambio con el que ella ha dado la bienvenida a este nuevo inicio y ahora presume de una cama de matrimonio en la que duerme como una reina.
Pon una funda nórdica en tu vida
Ya os conté acerca de los cambios que estaba llevando a cabo en casa en los últimos días. No solo ha cambiado por completo la cocina, sino que también lo ha hecho con su dormitorio y, como tú y yo hemos aprendido, ahí el verdadero elemento que define el cambio es, ni más ni menos, que su funda nórdica: viste la cama, define el estilo del espacio y marca la diferencia entre un cuarto impersonal y otro acogedor, elegante y digno de un reportaje en esta nuestra revista.
Desde que mi madre compró esta funda nórdica en Leroy Merlín no merece menos ¿No os parece ideal para esta temporada? Está fabricada en 180 hilos de algodón percal, por lo que, en consecuencia, transpira mejor y evita posibles alergias. Esa suavidad única y ese tacto sedoso solo puede significar un mejor descanso ¡Ya decía yo que la veía más contenta! Además de su bonito estampado de hojas, estamos ante un tejido duradero y no importa el tiempo que pase o los lavados que le des. Será tu mejor aliada cada septiembre.
Además de contar con un precio muy accesible, no podemos perder de vista que cuenta con la certificación OEKO-TEX® STANDARD 100. Mira, yo tampoco sabía lo que implicaba, pero al parecer, garantiza que la funda está libre de sustancias peligrosas o dañinas, tanto para las personas como para el medioambiente. Así que me quedo con la tranquilidad de que mi madre viste su cama de la forma más segura y sostenible, con soluciones que mejoran nuestro hogar, cuidando de ella y del planeta. Ahora sí que empieza un año nuevo.
