Ana Milán tiene una costumbre de lo más curiosa: cambiarse de casa cada siete años. Así lo ha confesado en el podcast Mi casa en AD con Kave Home, donde la actriz ha desvelado los secretos tras su última vivienda. De hecho, su reforma copó portadas y recibió todo tipo de opiniones en redes sociales por los sorprendentes cambios que llevó a su hogar. El estilo de la presentadora de ‘La vida y tal’ no deja a nadie indiferente.

Su brillante personalidad recorre no solo los teatros de todo el país con su show, sino también cada una de las estancias de su vivienda. Se ha ocupado de que cada rincón tenga parte de su esencia porque como desvela entre risas: “A mí las casas me parecen como con los hombres, tienes que sentir algo en la tripa cuando los ves”, declara sin contemplaciones. Curioso ¿verdad?

Así ha reformado Ana Milán su actual casa

Esta comparación no ha tardado en viralizarse en Instagram y TikTok, pero no es algo tan tajante como parece. La Milán contempla la posibilidad de error en la elección de ambas cosas: “Después me he mudado y me he divorciado también te digo. De algunas casas me he divorciado y después las he echado de menos. Esto con hombres no me ha pasado”, confiesa entre risas.

Hasta encontrar el hogar ideal Ana ha pasado por muchos otros y poco a poco ha ido entendiendo qué quería y qué necesitaba. La decoración no es cualquier cosa para ella, sino algo que incluso puede llegar a definirte: “Así como en Mesopotamia, Egipto, Antigua Roma o la Antigua Grecia la decoración se usaba no solamente para mostrar el estatus sino para contar quién eras, esto también nos pasa con la decoración a los seres humanos”, cuenta para los oyentes.

Entonces ¿cómo es la personalidad de Ana Milán? Pues depende de cuándo se lo preguntases: “Hubo una etapa más minimalista donde yo me estaba buscando más, donde yo pensé que era más plana quizá porque eso rondaría mis veinticinco y tengo cincuenta y un años”, ha revelado con suma sinceridad. Desde que fuese Sonsoles Prieto en ‘Yo soy Bea’ hasta ahora, ha cambiado y mucho... y así viene a reflejarlo su decoración.

Lo curioso es que la Ana que hoy conocemos es, como no podía ser de otra manera, maximalista: “A poco que prestemos atención a nuestro pulso artístico nos vamos a dar cuenta que queremos casas de otra manera”, aconseja. Su ascenso económico también ha tenido mucho que ver. Así lo refleja su actual vivienda: “Claro que he ido sofisticándome y claro que le he ido perdiendo el miedo a que más es más”, ha explicado.

Después de tantos años, Ana ha llegado a una conclusión. Lejos de lo que pueda parecer después de esta conversación, el hogar que quiere no depende tanto de la arquitectura ni del diseño de interiores. Lo importante para ella es cómo se sienta su círculo más íntimo: “Yo quiero casas donde mis amigos sean muy felices, donde se sientan cómodos”, ha desvelado frente a la sonrisa de la presentadora. Eso define a la Milán como persona.

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Juan Sáez es experto en cultura pop, crónica social y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos sociales y culturales bajo una mirada crítica y comprometida. Lo que Carrie Bradshaw habría sido si, en lugar de subirse a unos Manolos, se hubiera comido una caja de seis.

Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III, analiza tendencias, historias y noticias desde el humor para que el lector ría y reflexione en una sola pieza. Ha colaborado en programas de televisión y crea contenido para redes, donde aporta análisis frescos e irónicos con un sello muy personal.