Crecer en un pueblo tiene muchas cosas buenas. Una de ellas es conocer a la gente del lugar. Gente entre la que se encuentran albañiles que desde hace unos años a esta parte se encargan más de demoler casas antiguas y reformarlas, que a construirlas en sí.

Así que, conocer a los albañiles es tener la posibilidad de conseguir piezas antiquísimas que para otras personas no valen nada y guardarlas a buen recaudo para cuando a mí me hagan falta. No tengo, ni mucho menos, el síndrome de Diógenes, no recojo todo lo que veo, pero sí que tengo dicho a los albañiles de mi pequeño pueblo extremeño que cuando se encuentren con suelos hidráulicos antiguos, en vez de tirar las baldosas, las guarden para que yo pueda reaprovecharlas.

Esas baldosas y suelos hidráulicos que no tienen nada que ver con la conducción del agua y que, sin embargo, presidieron gran parte de las casas españolas de los años 40, los 50 y los 60. Esos suelos que son uno de los últimos resquicios de una decoración a todo color que, desde hace un tiempo, ha cambiado por colores más neutros y monótonos.

messy room before & after
Lucy Lambriex//Getty Images

Aunque en 2026 dejaremos de ver los suelos hidráulicos recargados en las casas reformadas y de nueva construcción, yo sigo empeñada en que estas pequeñas baldosas llenas de dibujos geométricos tienen muchísimo potencial. No solo presidiendo el suelo de un baño, una cocina o un dormitorio original, si no dando color a alguna pared e, incluso, como complemento decorativo.

Ahora bien, estas baldosas pintadas (a veces a mano, a veces de forma industrial) necesitan cierta paciencia: hay que saber colocarlas sin recargar el ambiente, y adaptar la decoración a los colores que lleven. De ahí, precisamente, que en 2026 las veremos más en dos tonos que de colores. De todas formas, ofrecen mil posibilidades diferentes.

Además, aunque en mi caso intente siempre rescatar lo retro (siguiendo la tendencia actual) también es posible hacerse con baldosas hidráulicas actuales igual (o más bonitas).

El uso más original que he dado a mis baldosas hidráulicas sin hacer obras

Aunque cualquiera me parece una idea maravillosa, yo, sin embargo, he decidido darles un uso más original (aparte del que he contado para la cocina). Y es que, hace poco conocí la marca Demosaica, unos artesanos sevillanos dedicados, de forma exclusiva, a la fabricación de azulejos de este tipo.

baldosa decorativa
Demosaica

Así que, no tuve reparo en hacerme con algunas baldosas hidráulicas en diferentes modelos, pero todas en tonos suaves, y aprovecharlas para forrar la mesa de centro de mi salón como si de un collage se tratase. Yo vivo en una casa pequeña y de alquiler, así que no podía dejarme una millonada en colocar una mesa de centro cara.

Se me ocurrió comprar una LACK de color blanco, de IKEA, que me costó 20 euros, y forrar la parte superior con estas baldosas. Lo hice colocando, primero, una lámina de contrachapado que cogí en Leroy Merlin (para que no se hunda), cortada a medida, y pegando sobre ella las baldosas con cemento blanco. Encima he colocado un cristal a medida para protegerlas. El resultado queda parecido a este:

Además de darle mucha robustez a la mesa, el resultado es tan bonito y delicado que sé que me acompañará el resto de mi vida.

Baldosas hidráulicas en la cocina: una forma fácil de dar un toque vintage a la casa

Lo más sencillo sería colocar estas baldosas en el suelo, pero eso, evidentemente, implica una reforma integral de la estancia. Aunque colocarlas en la pared también implica obras, es cierto que es más sencilla.

food cooking in a pot on a kitchen stove
Giselleflissak//Getty Images

No obstante, si, como en mi caso, quieres aprovecharlas de alguna manera, pero no quieres meterte en obras, te contaré mi secreto: he utilizado unas baldosas hidráulicas a modo de posavasos para mis invitados. Estas no son antiguas, las he conseguido en Maisons du Monde súper bien de precio y, como son de cerámica, parecen las auténticas.

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Aparte de esto, tengo un par de ellas, esas sí que son antiguas, colocadas en unos estantes de la estantería de mi cocina, a modo decorativo. Como tienen tantos colores, me gustaba mucho la idea de exponerlas como si de una obra de arte se tratase. Y quedan fenomenal.

Cómo colocar baldosas hidráulicas en el cuarto de baño

El cuarto de baño es, de lejos, la habitación en las que más posibilidades ofrecen. De hecho, he visto ya bastantes casas fabricadas después de 2020 que las integran de una u otra manera. La forma más sencilla es, evidentemente, colocándolas en el suelo. Como los muebles del baño son normalmente de colores neutros como el blanco, el beige, el gris o el negro, no descuadran y dan un toque de alegría. Además, si se escogen con fondo claro y colores suaves, pueden ayudar a dar luminosidad a toda la estancia.

view of bathroom
APAvlin / 500px//Getty Images

Otra de mis formas preferidas de usarlas en el cuarto de baño es en el frente de la ducha o bañera, para separar el espacio del inodoro y el lavabo.

Headshot of Marta Moreno Pizarro

Marta Moreno Pizarro es periodista especializada en crianza, maternidad y educación. Lleva más de seis años creando contenidos para niños, familias y colegios sobre educación en positivo, innovación educativa, nombres de bebé, cuentos o juguetes. Además, cuenta con más de cuatro años de experiencia probando productos para embarazadas, bebés y niños; desde cuentos y libros de crianza a juguetes educativos. 

Ha escrito en medios como Ser Padres y EDUCACIÓN 3.0, realizando tareas de redactora y content manager. También en redes sociales como su cuenta de TikTok @themoonkidss, donde comparte contenido sobre estas y otras temáticas a toda su audiencia. Ahora escribe temas de maternidad y niños en Diez Minutos. 

Su otra gran pasión es la Decoración y el Interiorismo, en lo que se ha especializado y sobre lo que escribe en webs como Elle Decor y Nuevo Estilo. En estas revistas publica artículos sobre muebles, productos y trucos de limpieza y orden en casa, plantas y mascotas o tiendas de decoración, entre otros, con el objetivo de ayudar a sus lectores a elegir lo mejor para su casa. 

También cuenta con varios años de experiencia en la creación de contenidos de moda, belleza y tecnología, habiendo escrito tres años, entre otros, para las revistas Stilo, On Off y Gadget. En la actualidad sigue escribiendo reviews de productos en la sección Gourmet de Elle o en las mencionadas Nuevo Estilo y Elle Decor. 

Marta Moreno Pizarro es periodista por la Universidad Rey Juan Carlos contando, además, con un grado en Publicidad y Relaciones Públicas por la misma universidad y con un máster en Marketing Digital, Comunicación y Redes Sociales por la Universidad Camilo José Cela. Completa su experiencia con un curso de especialización en analítica, optimización y web 2.0 por el UEMC Business School.