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Una de las patologías de la piel más comunes es el eccema o dermatitis que puede aparecer en cualquier parte del rostro, sobre todo en mejillas, contorno de ojos, entrecejo, zona próxima de la nariz y cuello. Afecta más al rostro que en el cuerpo por la mayor cantidad de glándulas sebáceas. Esta patología es crónica y recurrente, causa irritación en la zona, sequedad, presencia de escamas blancas y enrojecimiento y cuando afecta al cuerpo se muestra en forma de parches escamosos y muy rojos. En mi consultorio de belleza ya os he hablado de cómo prevenir y tratar las manchas de la piel y sobre los alimentos que mejoran la piel. Hoy quiero hablaros de qué es el eccema facial y los cuidados que requiere.
El eccema facial se puede identificar con 3 clases de dermatitis:
- Atópica. Esta afección crónica aparece en las etapas más tempranas de la vida. Es más habitual en los nacidos por cesárea ante la falta de la microbiota obtenida en el canal del parto y se agrava por bañar a los bebés con jabones. Se caracteriza por la presencia parches rojos y blanquecinos con escamas que pican en las zonas flexoras de los brazos y piernas.
- Dermatitis de contacto. Se produce por el contacto ciertos alérgenos como el polvo, ácaros del polvo, polen y algunas cremas y jabones. Este eccema se caracteriza por eritema e inflamación y cesa cuando se deja de tener contacto con las sustancias irritantes.
- Dermatitis seborreica. Es una afección que se presenta en las zonas más grasas del rostros, como la parte central y las cejas. Aparecen parches blanquecinos, con aspecto ceroso o graso y se debe a la alteración de microbiota y a un hongo que está presente en la piel.
En todos los casos hay un factor genético y pueden verse agravados por factores ambientales -como un clima y entonrno seco y frío- así como exponer la piel a cambios bruscos de temperatura y como no, el estrés que es un elemento muy inflamatorio.
Los cuidados de una piel con eccema se centran en usar productos de cuidado facial adecuados según necesidad y circunstancia, que sean respetuosos con la microbiota y el ph de la piel. Ten en cuenta que las pieles con eccema suelen presentar un ph más elevado de lo normal.
Si tienes eccema en la piel ponte manos a la obra: reduce el estrés, come frutos secos para garantizar el aporte de ácidos grasos y usa las cremas asesoradas de manera individual a través de un estudio de la piel y disfruta de una piel sana.