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Mi abuela (79) y mi madre (57) siempre han sido de pensar que las arrugas cuentan historias, o al menos ese ha sido siempre su consuelo para no sentirse tan intimidadas por tener tantas. Yo diría que en mi familia son prácticamente hereditarias: mi abuela y mi madre siempre han sido de tener muchas arrugas, desde que eran jóvenes.
Lo han aceptado siempre con una mezcla de ternura y resignación. Eso sí, siempre han sido mucho de cuidarse la piel para intentar que sus arrugas no se vean como un signo de la edad, sino como un rasgo más de su personalidad. Por eso, me pidieron que les ayudara a encontrar una crema que les ayudara a mejorar la apariencia de sus arrugas. Estuve buscando varios días qué crema elegir -una que no irritara mucho la piel más frágil de mi abuela y que no empeorara rugosidad de la piel de mi madre- y encontré justo el producto perfecto para las dos.
La crema con ácido hialurónico y vitamina E que atenua los signos de la edad
El producto en cuestión es esta crema hidratante antiarrugas H3 Classic de Gerovital. Tiene una fórmula que está especialmente pensada para las pieles más maduras, es decir, las que sufren más de arrugas, rugosidad y tirantez. Mi abuela y mi madre están encantadas con ella (y eso que solo llevan una semana y media usándola).
La crema tiene unos ingredientes que son los “culpables” de que mi abuela y mi madre tengan la piel más hidratada que nunca. El ácido hialurónico sirve para hidratar y nutrir en profundidad la piel. De esta manera, sus rostros aguantan radiantes y luminosos todo el día. Además, lleva vitamina E que contribuye a prevenir los signos del envejecimiento, en este caso, sus arrugas. Las atenúa y las hidrata, para que sus líneas de expresión no se vean tan duras.
Mi abuela y mi madre también han notado cómo ha mejorado la tirantez que antes notaban en su piel. Ahora en invierno, tienen la piel más sensible y delicada que nunca, porque el frío debilita y fragmenta el pH de la piel. Sin embargo, la fórmula reparadora de la crema con aceites naturales les ha ayudado a que su piel luzca más tersa y joven.
Ellas se echan la crema diariamente, tanto por el día cuando se levantan tanto por la noche antes de irse a dormir. La han incorporado a su rutina como si fuera una especie de ritual. Se lavan la cara con su jabón con colágeno y luego se echan la crema, que tiene una textura rica y fácil de absorber. Así, se van perfectamente listas y cuidadas a la cama.
Dicen que las arrugas son un recordatorio de lo vivido. O al menos eso piensan mi abuela y mi madre. Nunca habían intentado tapar sus arrugas y sus líneas de expresión, pero ahora las lucen como si fueran un accesorio más. Les encanta sentirse cómodas en su propia piel. Y esta crema ha conseguido que así sea.
María Cob Jiménez está especializada en moda, ocio y cultura. Escribe sobre las últimas tendencias, cine, series y libros con una mirada que va más allá de la superficie. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid y, es justo por esta formación por la que entiende que cada pieza de moda, película o página no es concebida en vacío, sino que es una forma de entender diferentes identidades y expresiones, además de una oportunidad de evolucionar y conectar con lo que nos mueve.
Como entusiasta del periodismo, María siente la comunicación como algo vivo y en constante cambio. Sus ganas de aprender la han empujado a especializarse en diferentes facetas de su titulación, destacando el curso del Instituto RTVE de Creación de Contenidos de Marca.




