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Mi madre ha probado prácticamente todas las recomendaciones de belleza de las revistas españolas. A sus 55 años tiene un cutis, un pelo, unos dientes y una piel para envidiar. Es cierto que partes de la cara (en concreto las pestañas) se han quedado poco a poco más débiles y finas. Ha pasado por más de diez sérums (en especial por varios de supermercado o farmacia que aseguran una barbaridad de mejora por tres duros) y nada le ha funcionado como uno que vengo a recomendaros a vosotras hoy. No es el más económico (61 euros por un bote que dura unos meses si lo usas con contundencia), pero ella, que es práctica como ninguna, lo ha probado sin quejas y ahora se pasa el día mirándose al espejo. Se encanta. Se ve más joven, guapa y estilosa.
Desde luego que no fue amor a primera vista, precisamente. Su precio le descolocó de primeras (fue recomendación de una amiga enteradísima de los mejores cosméticos). Menos mal que le dio una oportunidad: es un producto alemán fabricado desde 2007 sin pruebas en animales, con ingredientes vegetales activos, ácido hialurónico y un potenciador sintético que empuja las pestañas hasta superar su límite natural. Le tuve que explicar que no era humo: reactiva folículos dormidos, alarga la fase de crecimiento, ancla los pelos en la raíz para más elasticidad y volumen. "Pruébalo tú misma", me dijo, algo escéptica. Lo hizo ella antes y no lo ha soltado desde entonces.
Como todas, mi madre es perezosa a la hora de organizar rutinas de autocuidado muy largas (ha probado mil productos, pero siempre desde la rutina corta y es de cero de complicaciones nocturnas). Con este sérum de pestañas 'Evoeye Eyelash Formula', de la marca Evobeauté, todo es fácil. Después de limpiarse la cara por las noches, saca el tubito negro tan liviano, discreto, con aplicador fino que parece un eye-liner de lujo y da un trazo suave en la base de las pestañas de arriba. Debe hacerse los ojos cerrados para que se esparza solo a las de abajo.
A las dos semanas, notó las pestañas más resistentes al rímel, sin caerse tanto al desmaquillar; al mes, longitud que roza las cejas y un volumen que abre la mirada de manera muy bonita. Ella dice que las nota pobladas como "cuando era joven". Se hace hasta fotos semanales para notar su diferencia.
Lo que la tiene muy conquistada es la diferencia brutal con los otros sérums que tuvo que tirar o regalar. Los baratos se acababan rápido, no funcionan (o lo hacen muy lento), aportan un brillo falso o dejan las pestañas rígidas. Hubo uno que picaba tanto que lo dejó a medias, otro de farmacia genérico le dejó la piel áspera... Este 'Evoeye' ha marcado una diferencia tremenda. Los antioxidantes cuidan de los daños del sol o el humo, hidrata para brillo natural, acelera la circulación en la raíz y hasta oscurece un poco el tono, perfecto también para pestañas claras. Es algo caro, sí, pero os aseguro que merece la pena.
Mi madre es el termómetro de belleza familiar y ahora presume de pestañas hasta en el trabajo. Si tú también estás harta de gastar en productos baratos (porque chicas, al final "lo barato sale caro": intentas ahorrar comprando sérums baratos, lo intentas con diez y tanta acumulación termina saliendo más cara que haberte comprado uno bueno desde el principio), nosotras te recomendamos este, sin duda.
Eso sí, tienes que ser constante. Ella lo aplica religiosamente cada día de manera automática, casi como al lavarse los dientes. Es un tratamiento que funciona porque respeta los tiempos reales del cuerpo. Cuatro o seis semanas parecen mucho si hablamos de belleza inmediata, pero, de verdad, en cuanto empiezas a ver el cambio (es decir, las pestañas ya no se quiebran, aguantan el rímel, se ven más oscuras incluso sin maquillaje, etc) entiendes que la paciencia ha merecido cada euro. También aprecia que no haya tenido reacciones raras. Ni ojos rojos, ni picores persistentes. Los primeros días notó un ligero hormigueo, nada alarmante, y después absolutamente nada malo. Ahora, pasado más de un mes, ya ha bajado el ritmo a dos o tres veces por semana para mantener, el bote sigue dando de sí.
Si estás en el punto en el que tus pestañas ya no son lo que eran y estás cansada de probar fórmulas baratas que no llegan a nada, quizá te pase como a ella: que por fin te mires al espejo y pienses "vale, ahora sí".
Mariana Martín es periodista especializada en contenidos de Ocio y Cultura. Escribe sobre libros, cine y series, música y arte, entre otras cosas. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, y es precisamente su formación en Humanidades la que le aporta una perspectiva analítica y multidisciplinar para abordar sus artículos periodísticos desde un punto de vista diferente.
Cuenta con experiencia en comunicación editorial y redacción de newsletters y artículos de cultura, moda, opinión y literatura, principalmente. Ha formado parte de equipos de prensa en la Universidad Carlos III además de desarrollar proyectos propios en redes sociales (@secuencia0 en Instagram) donde trabaja con la narrativa visual a través de fotografía y textos propios de prosa poética y poesía. También ha trabajado en el diario El Generacional, donde ha cubierto eventos como conciertos o la feria ARCO de Madrid y ha realizado entrevistas a distintos artistas.


