Septiembre es el mes de las separaciones. En muchos casos, las parejas tienen unas expectativas muy altas en las vacaciones de verano: el descanso soñado, la playa idílica y unos atardeceres románticos. Sin embargo, la realidad es a veces muy distinta. La pareja pasa 24 horas compartiendo todo: planes, excursiones, ocio, pero también el aburrimiento, las rutinas… Surge entonces la percepción de que pasan demasiado tiempo juntos. Esto puede desembocar en desgaste y roces en la convivencia. Sobre todo, si los problemas vienen de atrás, como es en muchos de los casos.
Aparecen emociones como la tristeza, rabia o miedo, que impiden una comunicación efectiva y sincera entre la pareja. Ayudará a la relación mejorar la comunicación, expresar las emociones, potenciar la empatía y encontrar un espacio común para compartir y otro individual para disfrutar por separado.
Vida digital: descansa de las redes
Después de una ruptura amorosa, ¿cómo podemos actuar en nuestras redes sociales? Los expertos recomiendan mirar hacia adelante y no estar pendiente de la vida digital de la ex pareja. Descansar y desconectar de las redes durante una temporada te ayudará a centrarte en ti misma.
Cuando se acaba el amor
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuatro de cada diez parejas casadas se separan cuando los cónyuges tienen entre 40 y 50 años. El matrimonio dura una media de 16,3 años; y un dato más: tres de cada diez parejas que se divorcian llevan unidas más de 20 años. Y, ojo al dato, 40 años es la edad en la que se producen más divorcios.