En nuestros hogares, la caldera de gas sigue siendo indispensable para sentirnos confortables en casa, con calefacción y agua caliente. Su fiabilidad y eficiencia hace que confiemos en ella para nuestro bienestar diario. Lo que quizá no todo el mundo sabe es que las calderas de gas están llamadas a desempeñar un papel protagonista en el futuro energético: serán imprescindibles para el uso de gases verdes, como el biometano. La transición hacia una economía descarbonizada no significa renunciar a la infraestructura existente. Todo lo contrario: uno de los grandes valores de las calderas de gas es que ya están preparadas para suministrar los nuevos gases renovables. Es una infraestructura que suma, no que resta. Se evita duplicar inversiones y no produce más gastos en el hogar.

Las calderas de gas proporcionan numerosos beneficios para los hogares y para el planeta. Para las familias, continuidad en el uso de sus equipos actuales, ahorro económico gracias a la eficiencia, y acceso progresivo a energías más limpias. Mientras que para el planeta se consigue la reducción de emisiones, aprovechamiento de residuos para generar energía (biometano), y creación de empleo vinculado al desarrollo de los gases verdes.

Recordemos que el gas verde es una fuente de energía obtenida del tratamiento de residuos urbanos, agrícolas, ganaderos e industriales, así como de la depuración de aguas residuales. Al provenir de fuentes renovables, no emite carbono.

Como explican desde Naturgy, empresa comprometida con los gases verdes, estos tienen un impacto positivo en la economía y el empleo, generando más de 20.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos en operación y mantenimiento, además de 35.000 empleos directos y 465.000 indirectos en la construcción de plantas. Esto beneficiaría especialmente a las zonas rurales, promoviendo su desarrollo y frenando la despoblación.

¿Qué es una caldera de condensación?

persona revisando una caldera
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En las antiguas calderas, el calor se desprendía en forma de humo de modo que hasta un 35% del poder calorífico se perdía por las salidas de gases. Según nos explican desde Naturgy, desde 2015 solo se fabrican calderas de condensación, que reducen en un 70 por ciento las emisiones de dióxido de carbono y de óxidos de nitrógeno, por lo que es uno de los sistemas más respetuosos con el planeta. Además, se puede regular la potencia según la demanda de cada hogar.

Mejor para el bolsillo

mujer con chaleco reflectante trabajando
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El gas verde es ya una realidad. Actualmente, España cuenta con ocho plantas de biometano en funcionamiento y más de 500 proyectos en desarrollo, consolidando al gas renovable como una alternativa madura y sostenible. Según estudios recientes elaborados por Arthur D. Little para la Fundación Naturgy, instalar un sistema de aerotermia puede representar más del 50% de la renta media anual de una familia española, lo que resulta inasumible para muchos hogares. En comparación, renovar una caldera de gas implica un gasto hasta un 70% menor que la instalación de una aerotermia.

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María Larrocha es experta en cine, música, libros y temas relacionados con ecología y sostenibilidad. Y sobre todo, redactora de noticias del corazón, mundo en el que lleva con mucho orgullo desde 2004. ¿Quién no se relaja leyendo el día a día de nuestros famosos? Ahora disfruta escribiendo sobre las ‘celebrities’ en Diez Minutos, donde también te cuenta los planes que no te puedes perder o cómo poner nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor.   

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, empezó en la sección de Cultura de La Razón, para después trabajar en la radio, recalar como correctora en El Mundo durante unos meses y marcharse un año a Inglaterra para perfeccionar el inglés. De vuelta a Madrid aterrizó en la revista Qué me dices!, dónde aprendió que se puede hacer periodismo sin perder el sentido del humor.