Segunda oportunidad; ‘Acacias 38’

Marcos decide organizar una fiesta en su nueva casa para comunicar a sus vecinos su compromiso con Felicia: “Estoy enamorado de esta mujer y hemos iniciado una relación”.

La velada parece transcurrir con normalidad hasta que Camino se acerca a Anabel buscando consuelo. “Ildefonso es estéril desde que estuvo en la guerra y ha estado ocultándomelo todo este tiempo”, le revela. La conversación se ve interrumpida por el barullo que provocan los invitados.

Pasan las horas y antes de que finalice el evento, la hija del anfitrión, harta de ver cómo su amiga tiene que fingir felicidad del brazo de su marido, anuncia a los presentes el secreto del militar: “No puede tener hijos”.

Al día siguiente, los Palacios amanecen discutiendo otra vez por cuestiones políticas. Ramón está seguro de que su discurso no tiene el suficiente efecto y pide ayuda a Armando: “Necesito que me des algunas indicaciones”. Antoñito, que tampoco se siente contento con lo que ha escrito, se esconde y escucha atentamente la interesante charla entre su padre y el diplomático

Ajeno a la batalla que libran sus amigos, el matrimonio de los Domínguez disfruta de su amor. Ambos se sienten como en una segunda luna de miel, pues desde que Bellita abandonó la idea de irse a Argentina para cuidar a Cinta durante su embarazado, la buena sintonía entre los cónyuges es total.

Por su parte, José traza un plan que los unirá aún más. Esa misma tarde, graba la voz de su esposa para lanzar un disco, del que él se encargará de los preparativos como siempre.

Quien también vive un gran momento es Genoveva. Después de que el juez la declarara inocente del asesinato de Marcia, los habitantes de Acacias la tratan con el respeto que en su día perdió.

Aunque algunos todavía la consideran culpable del crimen, la señora de Álvarez-Hermoso tiene pensado meterse a todos en el bolsillo, incluso a Casilda, aunque su marido será el más difícil de convencer.