Llegan nuevos vecinos a ‘Acacias 38’

Siguiendo las órdenes de Velasco, Laura le da un potente veneno a Felipe. El hombre ingiere la dañina sustancia y cae al suelo, golpeándose fuertemente la cabeza. Al observarlo inmóvil, la criada siente culpa y pide ayuda.

Instantes después, el moribundo es trasladado al hospital y la joven no se separa de su lado. Tras examinarlo, los médicos son claros: ha logrado salvar la vida, pero su situación es bastante delicada. “Ahora mismo está en coma y no sabemos cuándo despertará, ni cuáles serán sus secuelas. Lo mejor es tener paciencia y ver cómo evoluciona”.

Horas más tarde, llega a Acacias la noticia del ingreso de su vecino en una clínica cercana. Genoveva se queda estupefacta, pues sabedora de los planes de su marido de marcharse a Cuba pensaba que ya habría iniciado su viaje. Por su parte, el artífice del atentado se lamenta de que su plan no haya acabado con la muerte del abogado.

Felicia charla en su apartamento con Marcos sobre la discusión que tuvo con su hija. El señor es el único que está junto a ella en tan duros momentos. Al sentir que la relación entre ambos se ha afianzado, él decide dar un paso más y le propone matrimonio. Sin embargo, su amada le pide tiempo.

Esa no será la única sorpresa que la hostelera reciba durante la jornada, pues un matrimonio de ancianos, Sabina y Roberto, llegan a su restaurante acompañados de su nieto Miguel.

La pareja se instala en el barrio con la intención de comprar su local.

Lejos de allí, Camino está muy preocupada, ya que hace días que Ildefonso salió de casa y no ha vuelto.

Sus sospechas sobre que algo malo le haya ocurrido aumentan cuando Servando le cuenta que vio al militar caminando enajenado cerca de la orilla del río.