La secreta inquilina; ‘Amar es para siempre‘

Después, tras detallar el mal momento por el que está pasando, Cristina se apiada de ella y le ofrece que se vaya a vivir con ella a su apartamento: “No es muy grande, pero creo que cabemos las dos perfectamente”. Aunque le advierte que será solo por una semana. Sin embargo, Visitación tiene planeado alargar su estancia todo lo que pueda.

Por otro lado, Maica decide poner punto y final a su relación clandestina con Gorka, ya que presiente que su amado no cortará nunca su hilo con la Iglesia y no está dispuesta a seguir sufriendo por amor. “Ya me dejaste una vez por tus votos y no quiero que vuelvas a hacerlo”, asegura la pastelera. El sacerdote entiende la resolución de su novia y promete que intentará verla solo como a una amiga.

No obstante, su juramento se va al traste cuando la chica conoce en el bar de Pelayo a un apuesto individuo que quizá se quede durante un tiempo en el barrio. El cura, que presencia la escena, logra ocultar a duras penas un ataque de celos.

A quien tampoco termina de irle bien en el amor es a Manolín. Desde que Caridad llegó a la plaza de los Frutos no deja de pensar en ella y, para pasar más tiempo juntos, le propone montar un negocio a medias. “Tú necesitas trabajo y estoy seguro de que haremos un gran equipo”, sugiere.

La joven se muestra entusiasmada con la idea y se lo cuenta a Socorro, que teme que la reciente amistad no lleve a nadie a buen puerto, De hecho, trata de hacer entrar en razón a su hermana, pero esta defiende su relación con el pequeño de los Gómez: “Es un chico genial y solo somos amigos”.

Ajeno a los problemas familiares que se le vienen encima, Abel sigue adelante con la misión que le encargó el Cesid y para eso investiga los pasos que ha dado Estefanía, quien tras su viaje a París ha interceptado a un hombre llamado Clementine Moreaux y tiene varios candidatos para ser el famoso pelícano.

En cuanto a los Gómez, Manolita habla con el resto de la familia y sopesa mejor la idea de abandonar la que ha sido su casa durante tantos años. “Aquí hemos visto crecer a nuestros hijos y hemos formado un hogar”, le dice a Marcelino.

Finalmente, hace a un lado el gran temor que le infunde Martín-Cuesta y decide quedarse en el barrio. Por su parte, Beltrán está al acecho y ahora cuenta con una nueva e inesperada aliada: Ángela. Ella lo ayudará en sus planes contra los dueños de El Asturiano. Su primera tarea será acercarse a Manolita y lo hará a través de Benigna.

A su vez, Guillermo está cada día más cansado de los continuos desplantes de Estefanía. Esta no lo hace con mala intención, solo intenta que su amigo no albergue falsas esperanzas, pero él se lo toma muy a pecho. Incluso llega a rechazar una apetecible propuesta de la atractiva espía, que piensa que su amistad con el abogado está rompiéndose.