La nueva vida de Marcelino y Manolita; ‘Amar es para siempre‘

Manolita testifica a favor de Abel para exculparle de la muerte de Beltrán alegando defensa propia. La mujer, feliz y tranquila, sabiendo que Martín-Cuesta ha muerto, hace los preparativos para unas vacaciones con su marido Marcelino.

La pareja ha estado tan obsesionada buscando justicia por el asesinato de su hija, que se había olvidado de disfrutar de la vida.

Ahora, en paz, pasan unos agradables días en la costa, paseando por la playa, antes de volver a su ajetreada rutina en El Asturiano

Una semana más tarde, comienzan los preparativos para la reboda de Manolín y Emma. La pareja se ha dado cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro y, tras declararse su amor, organizan una nueva ceremonia con sus seres queridos. “Ahora sí que estaremos juntos para siempre, te lo prometo”, señala el hijo menor de la familia Gómez. Al día siguiente, todos los vecinos se reúnen para asistir al ansiado enlace.

Al muchacho no solo le sonríe la suerte en el amor, sino también en el trabajo, pues esa misma tarde se cita con don Germán. Todo parece indicar que podrá recuperar su puesto en las Jugueterías Garlo, el empleo de sus sueños y por el que tanto ha luchado.

Entretanto, Cristina ha tomado la decisión junto a Quintero de trasladar el despacho de abogados a un piso un poco más grande. No pueden negar que el negocio va a las mil maravillas y, si quieren atender como corresponde a sus clientes, necesitan un espacio mejor.

Así pues, se disponen a meter todas sus cosas en cajas y comienzan con la mudanza. Guillermo los ayuda en todo, pues, tras ver que su relación con Lourdes es imposible, decide quedarse en Madrid y no marcharse a Seattle con ella. “Creo que habría sido un gran error. No sería feliz allí”, les cuenta a sus amigos, cuando de pronto recibe un disparo.

Por su parte, Sáez de Abascal se siente muy mal tras haber acabado con la vida de su cuñado, a pesar de ser este un delincuente. Solo una charla con Muñoz León, le permite ver el bien que han hecho sus acciones en la gente que le rodea. “Eres un gran militar”, le dice el general a Abel.

Este, tras mucho pensarlo, decide aceptar la propuesta de irse una temporada a trabajar a Italia. Pero no lo hará solo, sino con Estefanía. Ambos han solucionado sus problemas y, ahora más que nunca, saben que pueden construir un destino juntos. Así pues, se despiden de todos sus amigos y familiares.

Este no es el único adiós que se produce en la plaza de los Frutos. Gorka y Maica preparan sus maletas para irse al País Vasco, cuando reciben una agradable sorpresa. Simón se presenta en su casa y les comunica que ha encontrado un empleo cerca de donde ellos vivirán a partir de entonces. “Quiero recuperar el tiempo perdido con vosotros”, dice a sus padres

Fabián, finalmente, se sincera con Virginia y le cuenta el motivo por el cual todavía no ha intimado con ella. La joven se muestra comprensiva y esa misma noche dan un paso más en la relación.