Danilo Carrera graba ‘La doble vida de Estela Carrillo’: “Me he sentido discriminado por ser latino”
Aunque para el actor tener acento ecuatoriano es un orgullo, reconoce que en sus inicios llegó a pensar que sería un obstáculo en su carrera.
Ha pasado de una grabación a otra sin apenas descanso. A sus 27 años, Danilo Carrera tiene claro que es el momento de hacer un esfuerzo para no desaprovechar las oportunidades que le llegan como ser el hijo de Fernando Colunga en Pasión y poder, protagonizar Sin rastro de ti y, ahora, formar parte de La doble vida de Estela Carrillo, la nueva apuesta de Televisa.
¿Prefieres encabezar un reparto o permanecer en segunda fila?
Me es indiferente. Siento la misma responsabilidad en los dos casos. Adoro mi profesión y doy siempre el cien por cien.
¿Te sorprendió cuando te ofrecieron protagonizar Sin rastro de ti?
La verdad es que no me lo esperaba, ni se me había pasado por la cabeza que pudiera ocurrir tan pronto. Creo que es fruto de un esfuerzo constante, no de la casualidad, ni de ser un trepa.
¿El camino ha sido duro?
Uno cosecha lo que siembra. Cuando estaba en Pasión y poder llegaba a casa a las once de la noche y me ponía a estudiar hasta las dos. Quería llevar el texto bien preparado independientemente de que dispongamos de un apuntador en el plató.
Ahora grabas ‘La doble vida de Estela Carrillo’. ¿Cuál es tu papel?
Soy Mauricio Santillana, un hombre que se traslada de México a Estados Unidos en busca de una herencia. Allí, vivirá la realidad de los emigrantes, a la vez, que se adentra en el mundo de la música regional.
¿Has tenido que cantar?
Sí, hace meses que voy a clases de canto y creo que se me da bien. Incluso me han animado a sacar un disco, algo que ni me planteo. Solo lo hago para cumplir con el personaje, yo soy actor.
¿Qué dirías que debe tener una telenovela para triunfar?
La clave de las historias de hoy en día es contar lo que está pasando en la sociedad y estar apegadas a la realidad para que el público se identifique con ellas.
Dejaste Ecuador para crecer profesionalmente. ¿Te has arrepentido?
Mi plan era llegar a Miami y lo logré y si me trasladé a México fue porque han ido surgiendo oportunidades. Al principio me costó un poco adaptarme, pero tras hacer turismo he descubierto que hay muchísimas actividades que realizar en el país.
¿Has sentido algún tipo de exclusión en Estados Unidos?
Sí, claro que me he sentido discriminado por ser latino. Cuando jugaba al fútbol en los partidos me gritaban: “¡refugiado!” o “¡aprende a hablar bien inglés!”. Tengo acento ecuatoriano y llegué a pensar que sería un obstáculo, pero ahora me enorgullece.
¿Llegaron a molestarte los comentarios o conseguías ignorarlos?
Me afectaban, aunque al revés de lo que ellos pretendían, conseguían que diera más de sí.
Tu novia, Ángela Rincón, vive en Miami. ¿Cómo lleváis la distancia?
Bien. Entre los dos decidimos que de momento sería así y estamos felices. Yo viajo allí cada vez que tengo uno días libres.
¿Has recibido ofertas de cine?
Sí, pero no he podido hacerlo. Desde Pasión y poder, en la que estuve ocho meses, he tenido un año repleto de proyectos televisivos, que son mi prioridad. Estoy encantado en las novelas y me ilusiona participar en contenidos que pueda ver mi gente.
Estás algo más delgado. ¿Ha sido por exigencias del guión?
No, para nada. Me lesioné la espalda y una pierna grabando
lo que me impidió jugar al fútbol y me cambió el cuerpo.
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