Estudiante incansable y tremendamente inquieta, esta actriz de 39 años se graduó en tres universidades para formarse delante y detrás de las cámaras. Apasionada de las letras, se casó en octubre con el escritor Murat Özer, su jefe cuando editaba una revista, y en marzo se convirtió en madre de una niña. Ya tiene otro punto en común con su personaje.
De Zhera destacarías…
Aunque adora a su marido, Hazar (Serhat Tutumluer), lo primero son sus hijas, Reyyan y Gül (Ebru Sahin y Ebrar Alya Demirbilek). Parece frágil y dócil, pero si cree que están en peligro se convierte en una leona. Me encantan su lealtad y bondad, pero llora demasiado. Eso me lo dicen por la calle.
¿Por qué aceptaste Hercai?
Nada más leer el guion supe que quería hacerlo porque había muchos conflictos y misterio. Además, se rodaba en Midyat, muy lejos de Estambul, donde vivo. Me encanta trabajar en lugares nuevos. Lo medité mucho porque en aquel momento tenía en proyecto dos películas, un documental y hacía en el teatro Ricardo III. Ahora sé que fue la mejor decisión.
La novela triunfa allá donde se estrena. ¿Lo imaginabas?
La trama central es como un cuento de hadas y cuando vi a Ebru y a Akin Akinozü (Miran) el primer día de grabación supe que sería un éxito. Pocas veces se ve tanta dedicación. Tienen mucho talento. Además, el ambiente de trabajo siempre ha sido el mejor, y eso también conduce a lo más alto.
¿Y cómo se lleva la fama?
De joven, lo pasaba mal porque era muy tímida y creía que podía quitarme libertad. Después de veinte años he aprendido a disfrutar de ella, me encanta que la gente comente mi trabajo, se acerque a hablar conmigo… Recibo muchos mensajes de todo el mundo y trato de responder a todos. Son una gran inspiración para mí.
Te quedaste embarazada durante el rodaje. ¿Te costó continuar?
No, la productora me dio facilidades y embarazó a mi personaje. Me fui después para estar con mi marido, a quien iban a operar de cáncer y tendría una recuperación larga. El equipo me dejó la puerta abierta para estar en la tercera temporada.
¿Cómo vives la maternidad?
Es una experiencia maravillosa. Mi esposo y yo nos sentimos más fuertes. Nuestra hija, Hayat, no deja de sonreír, es una niña feliz y rezamos porque siga así. Hoy lo único que deseo es que mi familia esté sana.
¿Por qué ese nombre?
Significa ‘vida’ y se lo puso su padre porque nos comunicaron mi embarazo y su enfermedad casi al mismo tiempo y pensó que el nacimiento de su hija era un milagro.
¿Siempre supiste que querías dedicarte a la actuación?
Sí, pero también me interesaba la dirección así que estudié diferentes disciplinas. Todos mis profesores decían que podía ser lo que quisiera. El primer trabajo en el mundillo fue de actriz, como protagonista en la película Iki Genç Kiz, por la que me dieron varios premios. Antes de eso trabajé de relaciones públicas y en marketing para ganar dinero.
¿Consideras que has tenido suerte como actriz?
Aunque tuve buena estrella al principio, sabía que algo tan perfecto ocurre pocas veces así que trabajé duro. Eso es más importante que la suerte.
¿Qué aficiones tienes?
Cocinar, me divierte probar recetas nuevas, practico yoga, leo cómics, voy al cine, a los museos, hago esculturas… Y me gusta viajar. Estudié español en el Instituto Cervantes de Estambul y he ido tres veces a España. Me encantó Andalucía y tengo amigos en Madrid y Barcelona. Adoro el idioma, la cultura, el flamenco ¡y la paella! Espero volver con mi familia.