Una ilusión pasajera; ‘Mercado Central’

Tras presenciar una discusión entre Ágata y Julián, Elías da crédito a las palabras de Adela y se unen para averiguar qué esconden. Ágata no tarda en enterarse de todo y decide contarle la historia a De la Cruz. “No puedo estar con alguien que no confía en mí. Es mejor que lo dejemos”, afirma la mujer haciéndose la víctima.

Jorge se siente culpable y abre otro perfil en la web para disculparse con Abigail. Ambos quedan para verse en persona, pero cuando Celia y Jorge se dirigen a su cita se quedan encerrados en el montacargas del mercado.

Samuel continúa con su tratamiento y tanto Carmen como Nicolás lo vigilan para que no recaiga. Agobiado, el joven decide irse de casa.

Elías decide ignorar el pasado de Ágata y apostar por su relación. “Solo estoy con él para sacarle dinero. Volveremos a estar juntos como siempre”, manipula la mujer a Julián.

Germán, por su parte, descubre que ha sido víctima de una estafa. Avergonzado, oculta a Jesús que deben afrontar la multa que la UE ha impuesto a la empresa exportadora en la que han invertido.

Lorena compra a Elías el bar como regalo para Jorge. Lejos de mostrarse feliz, él le recrimina haber actuado sin consultarle y discuten.

Después de que Nacho le haya sembrado dudas, Rosa cancela su cita con Alberto para pasar tiempo con Noa, que se siente abatida por no haber conseguido plaza para asistir a una clase magistral de un fotógrafo de guerra.

Con la ayuda de Elías, Ágata consigue deshacerse del cadáver de Santiago Maza, su difunto marido, y por lo tanto del yugo de Julián. Furioso, este revela a Adela que su ex es responsable de un crimen.

Tras la negativa de la editora a publicar el relato de Celia, Helena le propone hacerlo bajo su firma. A David no le agrada y decide contarle la verdad a la editorial.

Al fin, Samuel aparece y confiesa, ante una reunión de la asociación de comerciantes, que fue él quien robó el dinero del mercado: “Tengo un problema de ludopatía”.