De madrugada, Sude recibe una caja con un CD donde se la ve haciendo el amor con Kenan. Fuera de sí, va a enfrentar al joven, pero él le promete que no está detras del chantaje y tras revisar su cabaña encuentra varias cámaras escondidas. “Fue Sedef. Lo hizo para sacarme de la vida de su padre”, afirma entonces la señora. Sin embargo, a su regreso a casa se da cuenta de su error. “Espero un gran favor a cambio del regalo que te envié”, le dice Nadir.
Yaman está decidido a recuperar el amor de Mira y después de colarse en una de sus clases, le entrega la partitura de una canción que le ha compuesto. En un descanso, ella se dirige al salón de actos y la toca en el piano con los ojos inundados de lágrimas. “Perdóname, No me dejes, quiero curar tus heridas”, declara Koper antes de robarle un apasionado beso. Pero ella pide tiempo: “No sé si hay forma de olvidar el odio en tus ojos aquella noche”.
Asim acepta que Nadir sea su socio y sale en libertad
Se celebra una junta extraordinaria en la empresa Sekip y tanto Selim como Sedef quedan desconcertados cuando Nadir se presenta como socio. “Le transferí parte de mis acciones con la aprobación de Asim”, informa Sude. A cambio el pérfido empresario ha entregado a la policía a uno de sus secuaces como responsable del asesinato de Sinan y Asim sale en libertad.
Aprovechando el baile anual que se organiza en la universidad, Yaman prepara una sorpresa para Mira y con la ayuda de Beren, consigue que vaya al viejo faro. Una vez allí, se encuentra con un camino lleno de rosas acompañadas por notas pidiéndole perdón. “No te vuelvas a alejar, sin ti estaba perdido. Te amo”, dice él antes de invitarla a bailar una romántica canción.
Lejos de allí, Kenan se encuentra con Sedef y la amenaza creyendo que es la responsable del chantaje: “No permitiré que destruyas a Sude. No te tengo miedo”. Más tarde, acepta trabajar a las órdenes de Nadir. “Si eres leal tendrás todo el dinero que siempre has soñado”, promete él.