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Susanna Griso lleva muchos años trabajando en televisión. Un tiempo en el que ha tenido discusiones, la más reciente con Bertín Osborne, y ha vivido momentos 'tierra trágame' como el enfado de Joaquín Torres. La presentadora ha hecho muchas cosas delante de las cámaras... pero no de todo. Este 20 de febrero, la presentadora de 'Espejo Público' se ha presentado delante de las cámaras con un look que jamás hubiera esperado aparecer y lo mejor de todo es que le ha gustado, tanto, que no descarta repetir. "Estamos en el pasillo de Antena 3, fíjense en nuestros zapatos. Vamos caminando para el plató y antes de entrar tenemos preparadas unas pantuflas", comentaba el copresentador del programa Miquel Valls.
"Son para ir al spa. He cogido unas enormes", comentaba la presentadora. Susanna se bajaba de los tacones y su cambio de estatura era comentado por Gonzalo Miró. "Oye, cómo has bajado. Esto es otra cosa ya. Con lo que impone cuando llega...", decía a su 'jefa'. A lo que Susanna respondía, entre risas: "Soy todo trampa. Eso me decía Matías (con el que presentó durante años las noticias de Antena 3), que yo descalza tenía la misma altura que él pero siempre le he hecho bajito por el taconazo".
Susanna, que hace unos días sufrió un caída en el plató, estaba encantada de poder quitarse los tacones. "Oye, qué gusto hacer el programa en pantuflas, yo feliz. Es mi primera vez pero...", comentaba sin descatar repetir la experiencia.
El motivo por el que la presentadora y los colaboradores habían entrado en plató en pantuflas, a excepción de Ángel Antonio Herrera, que se negaba porque "iba a parecer un anciano", se debía a un estudio que iban a comentar sobre la cantidad de bacterias que se acumulan en la suela de los zapatos, que asegura que el 99% de los zapatos tienen restos fecales que luego se reparten por toda la casa. "Tengo un amigo que nos obliga a dejar los zapatos en la puerta. Nos da unos calcetines", explicaba Susanna que, tras escuchar a un experto en salud, le aseguraba que la había convencido de que lo mejor era dejar los zapatos en "el quicio de la puerta".
"En el 40% de los casos hay bacterias que producen complicaciones. No hay el suficiente lavado de mano, tocamos superficies donde estuvieron esos zapatos... Algunas gastroenterits son provocadas por eso. Cambiarse de zapatos e incluso de ropa también sirve para enviar señales a nuestro cerebro y decirle que ya estamos en casa", comentaba el experto. "A mí, me has convencido. Hay hoteles, en algunos países, que te quitan los zapatos cuando llegas y te los dan cuando te vas", sentenciaba Susanna Griso.
