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La cosa está que arde en la Casa de 'Gran Hermano', y no sólo por los múltiples edredonings que se han vivido ya entre sus paredes, sino también por las broncas que están protagonizando los concursantes, y especialmente dos de ellos, que no pueden vivir juntos pero tampoco separados: Violeta y Edi. Tras vivir un triángulo amoroso con Elsa, la expulsión de ésta provocó que él se decantara por Violeta, pero con la vuelta por sorpresa de la vasca a Guadalix parece que a él le removió algo por dentro. Aquello no gustó nada a la toledana, pero ahora han firmado la paz con besos y un apasionado edredoning... que no ha tenido nada de intimidad.
A pesar de que hace unos días pudieron disfrutar de una hora sin cámaras, el roce entre ambos está haciendo el cariño, y ni cortos ni perezosos se dispusieron a tener un rato de amor bajo las sábanas de la habitación principal que, sin embargo, no fue para ellos solos, pues todos sus compañeros pudieron ser testigos de los intensos movimientos que estaban teniendo lugar bajo el edredón. El cachondeo, claro, estaba a la orden del día, y muchos de sus compañeros, que no pudieron evitar mirar a través de los cristales, comentaron la 'jugada' en vivo y en directo... para luego ir con ese mismo cachondeo a los protagonistas, lo cual mosqueaba, y mucho, a Violeta, que estallaba con sus compañeros de reality.
"Mira, mira, mira... está ella encima... ¡pa-pa-pa!", comentaban Óscar y Ruvens entre risas. "Es explícito a otro nivel", añadía este segundo. "Yo eso no lo hago aquí", decía Laura sorprendida, que también se apuntaba al 'voyerismo'. "Se le ha salido...", apuntaba con todo lujo de detalles Óscar mientras miraba el panorama.
El propio Edi no tenía, después, problema ninguno en comentar -aunque con algo de vergüenza- lo bien que se lo pasó debajo de las sábanas, aunque aseguraba que "no sabía que se escucha todo", pero a Violeta no le estaba haciendo ni pizca de gracia oír cómo hablaban de ella, de sus posturas o de sus comentarios bajo las sábanas. "El tema tiene gracia durante los primeros diez minutos. Luego ya no, porque no estoy yo delante", se defendía Violeta. Edi, sin embargo, le quitaba hierro al asunto: "Que no pasa nada, no te rayes. Se habla y ya está, no pasa nada", le decía a su chica. "Luego hablamos", contestaba la joven muy seria, pues se estaba muriendo de vergüenza y a él parecía no importarle nada. Incluso se acercaba para decirle: "Cuanta más bola le des tú, más van a focalizarlo aquí. Deja el tema y ya está. Es una gilipollez". "Para ti", respondía ella seca, dejando claro su enfado. Laura se sumaba a defender a su compañera: "Para mí tampoco es una gilipollez". "Flipo con todo esto... al final me voy a arrepentir", se sinceraba Violeta sobrepasada por la situación.
