- El alimento que Karlos Arguiñano nunca come fuera de casa: "La mayoría de las veces es de mala calidad"
- Cómo perder peso y ganar músculo al mismo tiempo
- Joseba Arguiñano, sobre su padre Karlos Arguiñano: "Venían autobuses para ver al aita"
Karlos Arguiñano es esa cara amable que todos los días está puntual, como un reloj, a la hora de comer en televisión, y es que, aunque parezca que no, el cocinero lleva más de 30 años en antena entrando en las casas de millones de personas, enseñando recetas y platos tanto para los más experimentados en la cocina como para los menos duchos en el tema. El vasco, de 77 años y natural de Beasain (Guipúzcoa), lleva mucho tiempo entre los fogones, pero también en la pequeña pantalla compartiendo su experiencia, y los platos que ha preparado se pueden contar por miles, pero antes de que la tele llegara a su vida ya era un chef reconocido en el mundillo, porque empezó bien pronto: "Empecé durante 9 años de cocinero en el Golf de Zarautz. Con 20 años alquilé el restaurante y el bar, y estuve hasta los 29 que monté mi restaurante, o sea que llevo 44 años con el Arguiñano", reveló en una entrevista a 'El txoko de Idoate'. De hecho, fue uno de los creadores de la llamada 'Nueva Cocina Vasca' en los 70, tal y como él mismo confirmó en la misma entrevista: "Pensábamos que, con la llegada del turismo en masa a España, las cartas de los restaurantes parecían todas iguales".
Arguiñano, que actualmente tiene 7 hijos y 13 nietos -aunque el más conocido, sin duda, es Joseba, que ha seguido los pasos de su padre en la cocina y la televisión-, empezó a ganar mucha fama en los años 70, y es que aquella época supuso un 'boom' para la cocina vasca. Con la llegada de los primeros años de democracia, España se convirtió en un destino vacacional con el que darse a conocer al mundo, y él y un grupo de cocineros que empezaban a despuntar vieron en seguida el filón de mostrar a los turistas lo rica que podía llegar a ser la gastronomía española en general, y la vasca en particular: "Hubo una generación que creamos el movimiento de la Nueva Cocina Vasca. Un grupo de 10 u 11 cocineros y alguna cocinera: Tatus Fombellida, Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Ramón Roteta… una cuadrilla de cocineros que entonces éramos jóvenes, con mucha ilusión, mucha fuerza, y creamos el movimiento la Nueva Cocina Vasca porque pensábamos que, con la llegada del turismo en masa que había empezado en España, las cartas parecían todas iguales. La de Donosti, igual que la de Castellón, que la de Sevilla o que la de La Coruña: Espárragos con vinagreta, de lata; ensalada mixta; filete de lenguado al champán… muy rico, pero el mismo filete de lenguado al champán estaba aquí, en Valencia, en Sevilla, en Coruña…", aseguró.
Por ello, decidieron aunar fuerzas para impulsar el turismo a través del estómago: "Dijimos: 'vamos a darle a nuestra cocina la personalidad que tiene, la cocina vasca'. En ese momento, dijimos: 'vamos a recopilar el recetario vasco-navarro', y entonces dije yo: 'vamos a juntarnos todos los meses y vamos a intentar recopilar las recetas tradicionales de nuestros pueblos, de nuestras amonas, y eso lo vamos a transmitir al público general", reveló también.
Karlos Arguiñano agradece a la Prensa el apoyo a la Nueva Cocina Vasca en los años 70: "Gustó muchísimo la idea"
Podían tener éxito o podían fracasar en el intento, pero lo cierto es que no tenían nada que perder. La idea triunfó, ya no solo entre los turistas, que muchos se declararon fans de la cocina vasca, sino también entre los españoles que quizá no conocían todos los platos típicos de Euskadi. Pero, sin duda, no se olvida del apoyo que tuvieron desde los medios especializados: "A la Prensa le gustó muchísimo la idea, tuvimos mucho apoyo de su parte, y ahí salió la zurrukutuna (sopa de ajo y bacalao), los marmitakos (guiso de bonito), la tortilla de patatas… porque yo siempre digo que, mientras no se demuestre lo contrario, nació en Navarra. Y nadie me ha dicho que no", dijo tajante.
Karlos Arguiñano opina como experto gastronómico: ¿tortilla de patatas con o sin cebolla?
Precisamente sobre la tortilla de patatas ha querido pronunciarse Karlos Arguiñano, y es que él, siendo experto en la materia, tenía que mojarse en la cuestión que divide a España: ¿la tortilla buena es con cebolla o sin cebolla? Con mucho humor, ha dejado claro lo que él opina: "Hay dos tipos de tortillas, la de patatas y luego la de los que sabemos, que es con cebolla", respondía entre risas, aunque a él parece que, a la hora de comer, solo le importa que esté buena, lleve lo que lleve: "Independientemente de cada uno, es muy rica", zanjaba la polémica.
