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Un estribillo común en Hollywood tiende a girar en torno a cualquier transformación significativa de un actor para un próximo proyecto. Ya sea por medio de una drástica fluctuación en el tamaño, el uso de prótesis para cambiar la estructura facial, o incluso la mera falta de cualquier mejora cosmética, una película o serie de televisión que convierte a un actor en "irreconocible" es algo en lo que apoyarse, abrazado a decirnos que este papel es diferente a todo lo interpretado antes. En el caso de la miniserie de Netflix 'Griselda', en la que Sofía Vergara se mete en el papel de la narcotraficante Griselda Blanco, decir que su protagonista está "irreconocible" no sería inexacto, pero merece la pena destacar hasta qué punto llega Vergara en su interpretación, incluso por encima del trabajo protésico que a veces distrae.
Sofía Vergara estuvo la semana pasada en España presentado la serie y fue una de las invitadas de 'El Hormiguero'. La visita de la actriz dejó en más de una ocasión a Pablo Motos sin palabras y con varios cortes a preguntas del presentador desafortunadas que provocó las críticas de la audiencia. Se creó tanta polémica que Sofía Vergara tuvo que aclarar cómo se había sentido en la entrevista. Lo que es seguro es que fue una publicidad enorme para hacer llegar a la gente 'Griselda', un extraordinario trabajo de Sofía Vergara.
'Griselda': crítica de la nueva serie de Netflix
A medida que asistimos al ascenso -o descenso, según se mire- de Griselda en el submundo de la cocaína, su caída parece casi inevitable. Dicho esto, Vergara es el componente sorprendente que hace que la ruina de su personaje sea cautivadora de ver, incluso cuando algunos de los otros elementos de la serie no siempre se unen en torno a ella con la fuerza que podrían.
Habría sido fácil empezar a ver 'Griselda' con una buena dosis de escepticismo, a pesar de las diversas partes que dan vida a esta serie. Entre los creadores Eric Newman, Doug Miro, Carlo Bernard e Ingrid Escajeda se encuentran algunos nombres que es muy posible que reconozcas por su trabajo en series como 'Narcos', que fueron aclamadas por la crítica por derecho propio. Sin duda, este equipo creativo tiene el pedigrí necesario para narrar este tipo de historias envueltas en el ámbito del comercio ilegal y movidas por la ambición de riqueza. Sin embargo, la mayor incógnita en torno a 'Griselda' era si la estrella de la serie estaría a la altura de interpretar a alguien cuyas cualidades más oscuras se derraman como tinta negra por la pantalla. Vergara ya tiene una ventaja inherente sobre cualquier otra representación, especialmente por ser la primera actriz colombiana en encarnar a Blanco.
Sin embargo, dejando a un lado los antecedentes relevantes, queda la monumental tarea de representar su evolución a lo largo de estos seis episodios. Como personaje, Griselda experimenta un importante viaje emocional, así como un ascenso al poder, pasando de ser el cerebro silencioso de la operación de su marido narcotraficante a convertirse en la "Madrina de la Cocaína". Mucho antes de que esto último ocurra, huye de su Colombia natal a Miami (junto con sus tres hijos y poco más que un kilo de cocaína en su maleta), con la esperanza de empezar de nuevo y romper con su segundo marido Alberto (Alberto Ammann). Pero dejar atrás el pasado es una tarea mucho más difícil cuando además tienes enemigos mortales empeñados en seguirte la pista.
Para Vergara, que ejerce de productora ejecutiva en la serie y ha forjado su carrera en el mundo de la comedia, verla transformarse en una mujer cada vez más agitada y despiadada es algo digno de contemplar, prótesis y moda de los años setenta incluidas.
Aunque 'Griselda' comprime los tres años de estancia de La Jefa en el sur de Florida en sólo seis capítulos de una hora de duración, no se desperdicia ni un momento ni una línea de diálogo. Ningún personaje o elección es insignificante. Las escenas están tan nítidamente cortadas que el ritmo de la serie es perfecto. A pesar de que la serie esboza cuidadosamente el ascenso de Griselda como salvadora de los oprimidos, en el episodio 5, "Paraíso perdido", que salta a 1981, está claro que esta vida de derramamiento de sangre, vigilancia policial e intensa paranoia ha transformado a Griselda en alguien totalmente distinto.
Todo el reparto, incluida Vergara, está estelar en este despliegue de ambición y venganza. Sin embargo, la interpretación de Martín Rodríguez como Jorge "Rivi" Ayala-Rivera, un pez gordo de Miami, es una de las más fascinantes de los últimos tiempos. Escurridizo, errático y sensual, tiene una presencia inquietante que ancla a la audiencia en la época y el mundo superespecífico. Las interpretaciones y la ambientación compensan algunos elementos que no acaban de cuajar en 'Griselda', como el movimiento de la mano que Griselda hace mientras sostiene un cigarrillo a lo largo de la serie. Se supone que demuestra cómo su mente elabora sus planes, pero resulta demasiado exagerado. También hay una extraña escena a cámara lenta del episodio 2, "Blancos ricos", que no encaja con el tono de la serie.
Sin embargo, a pesar de sus pequeños errores, 'Griselda' es un éxito, mostrando a una mujer que se transforma en depredadora después de haber sido presa durante tanto tiempo.
Ignacio es experto en cultura, pero desde hace más de 10 años se ha especializado en cine y series, tanto las que se estrenan en la gran pantalla como en las plataformas de streaming. Lo mismo te habla de los estrenos de Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video, como que te cuenta la última hora de ‘Masterchef’ o de cualquier otro programa de televisión.
Con ya una larga experiencia como crítico, conoce las mejores series y películas y le encanta verlas antes que tú para poder decirte si merecen la pena o no. Conoce todos los estrenos de la semana y le encanta recomendar series y películas a sus amigos, familiares y a los lectores, algo que ha ido haciendo en diferentes blogs personales y a través de las redes sociales. Le gusta todo: sigue a grandes directores como Martin Scorsese, Quentin Tarantino o Steven Spielberg, y se sabe de memoria todo el universo de Marvel, Star Wars, El señor de los anillos y el mundo Disney.
La cultura es su principal hobby y aunque se considera un cinéfilo, también le encanta la música, sobre todo internacional, y los videojuegos, a los que dedica todo el tiempo que le deja el cine y las series, claro. El deporte es su otra pasión, que desarrolló en sus inicios en el diario deportivo MARCA. Ignacio Herruzo es Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2012. Desde entonces no ha parado de escribir desde que comenzó en 2013 en el grupo Hearst, donde ha ejercido de redactor en diferentes webs y revistas como Teleprograma, Supertele y Diez Minutos.