Gijón es una ciudad privilegiada, con una geografía que conecta tanto con el mar como con la montaña. Además, su gastronomía es muy rica en variedad y sabores: el pulpín de pedreru, los bocartes o la fabada resultan irresistibles para cualquier estómago. Y, por supuesto, la sidra. ¿Sabías que Gijón es el concejo asturiano que más sidra produce y consume? Ahora, con la llegada de la primavera, Asturias bien se merece una visita. Además, desde hace dos años, Gijón está reconocida como ciudad accesible por la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física. Te contamos qué cosas no debes perderte.

  • Cimadevilla. Este barrio es uno de los imprescindibles de la ciudad. Antigua zona de piratas, pescadores y cigarreras, sus calles están llenas de pequeñas y animadas terrazas, ideales para picotear algo. Los restos visibles de su pasado los encontramos en dos localizaciones: las Termas Romanas de Campo Valdés y los pequeños restos de muralla que aún permanecen en pie junto a la Torre del Reloj. Encontramos también el majestuoso edificio de Tabacalera. Un icónico monumento histórico que, tras servir como fábrica de tabaco durante décadas, se ha reconvertido en un animado centro cultural y artístico.
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  • El elogio de los vientos. Al borde del cerro de Santa Catalina, se encuentra el que es, quizás, el mayor símbolo de la ciudad: el Elogio del Horizonte, la inmensa escultura de Eduardo Chillida, donde el hormigón se erige en casi 500 toneladas y 10 metros de alto. Única en cada perspectiva, desde su interior puede escucharse el batir amplificado de las olas como si se tratara de una gran caracola.
  • Paseo al borde del mar. El Cantábrico es el telón de fondo de la ciudad. Además de la playa de San Lorenzo, la más concurrida, merece la pena caminar por los más tres kilómetros de su paseo marítimo, conocido como “El Muro”.
  • Universidad Laboral. La ciudad cuenta también con la primera Universidad Laboral de España, un inigualable conjunto arquitectónico construido entre 1946 y 1956, y que desde 2007 hace las funciones de gran espacio cultural. Su arquitecto, Luis Moya, lo diseñó a imagen y semejanza del Partenón de Atenas, para que todo aquel que quisiera visitarlo tuviese que rodearlo y admirar su grandiosidad.

Antes de visitar la ciudad asturiana, merece la pena coger el ordenador y bucear por su oficina virtual de turismo, gijon.es. Allí encontrarás un mapa de la ciudad para descargártelo en tu móvil y un sinfín de actividades para disfrutar al máximo de tu escapada a este paraíso norteño.

Gijón, ideal para ir con niños

La playa de San Lorenzo es la más grande y emblemática de Gijón. Se trata de un espacio con un arenal de un kilómetro y medio de longitud y todos los servicios. Allí encontrarás socorristas, duchas, aseos, y zonas de parking. Un plan ideal para ir con toda la familia.

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Turismo eco en Gijón

Desde el 1 de julio de 2023, la ciudad asturiana cuenta con el servicio “Gijón Bici”, que ofrece 250 bicicletas eléctricas de pedaleo asistido dispuestas en 47 estaciones que están repartidas por toda la ciudad. Infórmate en gijon.es.

Gijón Sound, el festival de música del 26 al 28 de abril

Desde el viernes 26 de abril hasta el domingo 28, la ciudad se transforma para acoger su festival de música. Un encuentro ecléctico que apuesta por la diversidad de sonidos. Entradas en gijonsoundfestival.com.

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María Larrocha es experta en cine, música, libros y temas relacionados con ecología y sostenibilidad. Y sobre todo, redactora de noticias del corazón, mundo en el que lleva con mucho orgullo desde 2004. ¿Quién no se relaja leyendo el día a día de nuestros famosos? Ahora disfruta escribiendo sobre las ‘celebrities’ en Diez Minutos, donde también te cuenta los planes que no te puedes perder o cómo poner nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor.   

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, empezó en la sección de Cultura de La Razón, para después trabajar en la radio, recalar como correctora en El Mundo durante unos meses y marcharse un año a Inglaterra para perfeccionar el inglés. De vuelta a Madrid aterrizó en la revista Qué me dices!, dónde aprendió que se puede hacer periodismo sin perder el sentido del humor.