El Rey ya ha gastado toda la herencia de su padre
La noticia saltó el pasado marzo cuando se supo que don Juan no había fallecido arruinado, ni mucho menos. Había dejado una fortuna de 1.100 millones de las antiguas pesetas de herencia a sus tres hijos, entre 728,75 millones de pesetas e inmuebles, repartidos entre Madrid y Estoril. El dinero estaba repartido en tres cuentas domiciliadas en Suiza, una en Ginebra y dos en Lausanne.
Fuentes de Zarzuela han explicado que al Rey nada le queda de ese dinero ya que lo invirtió en "obligaciones y deudas contraídas por los condes de Barcelona", además de en otros "gastos" que no han especificado.
También ha aclarado que ese dinero que don Juan Carlos heredó en 1993, cuando falleció don Juan, nunca fue transferido a España y que en 1995 el Rey canceló la cuenta de su padre y la suya en el extranjero, por tanto no tiene ninguna cuenta fuera de España.