Que su viaje oficial previo a la boda iba a pasar por Irlanda del Norte era más que sabido, pero que lo hicieran hoy, sin estar prescrito en su agenda oficial y sin avisar, ha cogido a todos por sorpresa.
El príncipe Harry y Meghan Markle han hecho una visita sorpresa a la ciudad de Belfast. Es su primera visita oficial a Irlanda desde que se anunciara su compromiso, y se ha mantenido en secreto por motivos de seguridad.
Durante el día,el futuro matrimonio visitó el Eikon Centre para conmemorar la iniciativa de paz que permite a los jóvenes de Irlanda del Norte convertirse en embajadores de la paz en sus comunidades, promovida por el propio príncipe Harry el año pasado.
Por la tarde, la pareja paseó por el centro de la ciudad, sin olvidar pasar por el Crown Bar, un mítico bar de estilo victoriano.
Para la ocasión Meghan Markle nos trasladó hasta hace unos años reviviendo a Rachel Zane (su personaje en 'Suits') y su icónica falda lápiz.
Una falda en color verde con un volante en la parte inferior de Greta Constantine que combinó con un jersey básico blanco de Victoria Beckham, abrigo en color crudo de Mackage, salones de terciopelo de Prada y bolso de mano marrón de Charlotte Elizabeth.