Meghan Markle ha vuelto a la vida pública para mostrar su lado más solidario. A pesar de que la duquesa de Sussex ya está de baja por maternidad y no tiene agenda oficial en espera del nacimiento de su primer hijo, previsto para finales de abril, ha querido acompañar a su marido, Harry de Inglaterra, en un acto solidario. El pasado 19 de marzo, los duques de Sussex visitaron la embajada de Nueva Zelanda en Londres para mostrar sus condolencias por el reciente atentado en el país de Oceanía en el que fallecieron 49 personas y 41 fueron gravemente heridas. Para una cita como ésta, la pareja optó por un look sobrio en color negro, ella, y azul marino, él, para mostrar su pesar por lo ocurrido.
La duquesa de Sussex, que ya refleja en su rostro el cansancio propio de los últimos días de embarazo, eligió un conjunto en color negro. Lucía un elegante abrigo de Gucci con los característicos botones en forma de cabeza de tigre, icono de la firma.
Meghan combinó la prenda con unos zapatos de tacón de Aquazurra y un clutch rígido de Gucci, la misma firma italiana de su abrigo. Además, como guiño al país afectado por los atentados, lucía unos pendientes de oro con la forma de pluma de la firma Miromiro que le regaló Jacinta Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, durante su visita oficial hace unos meses.
A su llegada, los duques de Sussex fueron recibidos por sir Jerry Mateparae, Alto Comisionado de Nueva Zelanda en el Reino Unido, que les acompañó al memorial colocado en la entrada del edificio donde depositaron unas flores y pasaron al interior para firmar en el libro de condolencias.
Meghan escribió una sentida dedicatoria a las víctimas del atentado: "Nuestro más profundo pésame. Estamos con ustedes". Mientras que Harry firmó su nombre con "ArohaNui", una frase maori, que significa "mejores deseos".