- Charlene de Mónaco comparte unas tiernas imágenes de sus hijos y han vuelto a derretirnos.
- La mujer de Alberto de Mónaco es la Princesa que más dinero gastó en su vestidor en 2020, según el ranking de UFO No Moree.
Charlene de Mónaco se ha desprendido del título de 'princesa triste' que ostentaba desde su boda con Alberto de Mónaco, en julio de 2011. Ella misma confesó que sabía lo que se decía de ella: "La gente se apresura a decir: 'Oh, ¿por qué no sonríe al ver las cámaras?' A veces es difícil sonreír. No saben lo que ocurre en el fondo". Y es que la sudafricana sentía nostalgia de su familia, su país y sus amigos.
"Tengo el privilegio de esta vida, pero extraño a mi familia y amigos de Sudáfrica. Me resulta difícil sobrellevar la distancia porque no siempre que quiero puedo estar allí con ellos", confesaba entonces. Ahora parece que su vida ha dado un giro de 180º y en sus últimas apariciones públicas se la ve más cercana y sonriente. Y unos de los grandes responsables de este cambio son sus hijos, los mellizos Jaime y Gabriella de Mónaco.
Los pequeños son los protagonistas de los últimos actos oficiales de la familia real monegasca y su madre está encantada, como pudimos comprobar durante la celebración de Santa Devota, patrona del principado. La pandemia no ha impedido que se uno de los días más importantes del calendario monegasco, como ya pasó en noviembre con el Día Nacional.
Con un aforo muy limitado y cubriendo sus caras con mascarillas, Alberto y Charlene de Mónaco prendieron fuego a una barca de pesca en el puerto de Hércules, como manda la tradición, con ayuda de sus hijos. Antes asistieron a una ceremonia religiosa, en la que también estuvo Gareth Wittstock, hermano de la exnadadora olímpica.
Charlene y su hija rivalizaron en estilo
La pequeña, a sus seis años, es toda una 'it-girl'. Gabriella llevó un conjunto de chaqueta y short en tonos rosas de Dior, con sombrero a juego, que combinó con un bolso cruzado color plata de la firma francesa y unas cómodas zapatillas (las mismas que su hermano).
Mientras que Charlene volvió a confiar en su firma de cabecera, Akris, con un abrigo de lana roja que contrastaba con los ribetes y el cierre de cuero, en color negro. Ha completado su look con pantalones y jersey negro, al igual que su boina, con la que ocultaba el corte de pelo que estrenó las pasadas navidades, con media melena rapada.
