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Dos días antes de que la Reina abdique en su hijo, Federico de Dinamarca, ya se han hecho públicas unas fotos oficiales en las que se otorga todo el protagonismo al que se convertirá en Federico VI y a su esposa, la reina consorte Mary. Las fotos son muy reveladoras. No se ha utilizado Photoshop, sino una iluminación magnífica para las imágenes de la real pareja.
Y en el caso de la Reina, que luce uno de sus colores favoritos en el vestido elegido, el mismo tono de azul pálido que vistió en el traje de chaqueta que llevaba puesto el día que Christian, el primogénito, cuando fue bautizado, así como en la boda de Victoria de Suecia, ella sale muy favorecida. La base de maquillaje es fluida, apenas una leve banana en tonos castaños resaltan sus bonitos ojos. Su cutis aparece iluminado de forma muy favorecedora, aunque es indudable que es una mujer muy guapa y fotogénica.
En el caso del que dentro de dos días será Rey, no ha habido ningún interés en hacerle parecer más joven, sino más bien al contrario. Se ven todas sus arrugas, e incluso la luz resalta sus canas en la barba, en lo que tal vez es un intento de presentar al antaño conocido como príncipe turbo cuando era soltero, como un hombre maduro y preparado sobradamente para reinar. Lo mismo ocurre en la foto en la que aparece solo.
Mary luce una de las tiaras más valiosas del joyero de la Casa real danesa, la tiara floral de diamantes y rubíes que fue diseñada para Desirée Clary, la modesta ex amante de Napoleón Bonaparte que llegó a convertirse en reina consorte de Suecia y Noruega merced a su matrimonio con el General Bernardotte, quien subió al trono como Carlos XIV Juan a instancias de Napoleón. May ha lucido en esta ocasión el juego completo. Algunas de las descendientes de Desirèe ocuparon el trono danés por matrimonio, entre ellas la princesa Lovisa e Ingrid de Dinamarca. Por las venas de Federico y su descendencia corre la sangre de la legendaria Desirèe, así como por la de la Casa Real Sueca.
Uno de los gestos más significativos, aunque ya les habíamos visto cogidos de la mano en Navidad, es como sujeta el codo y la mano de su esposo Mary de Dinamarca, como en algunos cuadros antiguos, retratos de las familias burguesas antiguas europeas, simbolizando con este gesto todo el apoyo que está dispuesta a prestarle.
El vestido es el mismo que lució para la gala de año nuevo en el Palacio de Amalienborg, lo que hace pensar que es entonces cuando se hicieron entonces. De manga hasta medio brazo, de encaje perlado transparente con lentejuelas, en malla con puntilla francesa, muy ceñido al pecho para realzar la excelente figura de la futura reina y con un vuelo discreto y pequeña cola. La imagen de la Reina, vestida con el tono que ha elegido en los momentos de mayor popularidad a lo largo de estos años, transmite una sensación de pureza y limpieza.
La majestuosidad del nuevo heredero al trono y de su abuela, incluso sentada
También se ha difundido una foto del hijo mayor de la pareja, que ahora se convierte en heredero, el príncipe Christian de Dinamarca. Estamos ante un ligero contrapicado que estiliza la figura del nuevo heredero y le dota de majestuosidad.
Por su parte, la foto de la abuela del pequeño, la Reina Margarita, lo dice todo. Está sentada, observando el devenir de los que van a ser los nuevos actores de la monarquía, y sonríe, con la fuerza y la esperanza puesta en una institución que, a pesar del escándalo de las fotos de Genoveva Casanova con él, considera fuerte y eterna. Va vestida de terciopelo azul y como su hijo, luce la banda de la Orden del Elefante, aunque lleva el retrato de su padre, el rey Federico XI, en un broche de diamantes. La tiara impresiona, es la que formó parte del ajuar nupcial de la princesa Luisa de los Países Bajos, tatarabuela de la Reina. Se la denomina Pearl Poire y estará formada por 18 perlas en forma de pera que destacan entre el laberinto de diamantes, así como ocurre en el collar, los pendientes y el broche que conjuntan con ella.
Tiene casi cuatro décadas a sus espaldas como periodista y reportera experta en celebrities españolas y monarquía, pero no intentéis calcularle la edad. Empezó muy pequeñita, como Melody. Sus inicios fueron como paparazzi y perseguía a los famosos en un 850 con los bajos desgastados. Era un buen truco, algunos, paralizados, se dejaban pillar. Durante muchos años ha trabajado en televisión como guionista, redactora, reportera y periodista, así como en medios de prensa escrita, alguna que otra radio y diversas webs. Es una todoterreno que lo mismo escribe de ciberseguridad como de economía y política, pero la mayor parte de su vida ha estado dedicada al mundo de la prensa rosa, y es lo que más le divierte y disfruta.
Ha cubierto festivales cinematográficos internacionales y ha trabajado como enviada especial en Mallorca durante algún verano para un periódico nacional cuando reinaba Juan Carlos I. A lo largo de su paso por diferentes medios, ha entrevistado a numerosas estrellas internacionales: Desde Richard Gere, Anthony Hopkins, Charlton Heston o Pedro Almodóvar pasando por Toni Genil o Leonardo Dantés. También ha participado como tertuliana en algún programa de televisión y radio.
En un momento dado, si tiene que ver en la tesitura, se cuelga la cámara y aún recuerda cómo sacar una foto con un cuatrocientos. Es también escritora en activo. De hecho, escribió “Los Borbones y el sexo: de Felipe V a Felipe VI” que ha obtenido gran éxito y ha sido traducido al portugués. Le apasiona la historia, especialmente la de las monarquías, las artes marciales, el arte, el piragüismo, el humor y el boxeo.